Pese al entusiasmo, inversores dudan sobre nuevo mecanismo cambiario

Pese al entusiasmo, inversores dudan sobre nuevo mecanismo cambiario

(Foto AFP)
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El nuevo mecanismo de cambio venezolano basado en la oferta y la demanda fue recibido por inversionistas como un paso correcto para mejorar las finanzas del país petrolero, pero algunos dudan de que acabe con la sequía de divisas que ha generado una importante escasez de productos básicos, reseña Reuters.

El dólar en el nuevo SICAD 2 cotizó el martes en 51,58 bolívares, dijo el Banco Central de Venezuela, u ocho veces por encima del tipo de cambio oficial preferencial de 6,3 bolívares, una de las tasas del estricto control de cambios en el país petrolero, que está vigente desde hace una década.

El precio se mantuvo estable respecto de la jornada previa, en la que se estrenó el mecanismo, y los analistas esperan que siga cerca de los 50 bolívares.

El Gobierno del presidente Nicolás Maduro lanzó el sistema en un esfuerzo por domar el billete verde en el mercado negro y dar a las empresas un acceso más fácil a las divisas.

La deuda en dólares de Venezuela subió el martes reaccionando positivamente al estreno del mercado.

Pero para que el mecanismo ayude a mejorar la escasez, deberá tener suficiente oferta para oxigenar la alta demanda de divisas, en un país que depende de las importaciones para fabricar productos básicos como medicinas o papel higiénico.

“Sin un verdadero esfuerzo por incrementar la oferta de moneda extranjera, esperamos que este sea otro falso triunfo en la batalla de Venezuela por superar la sequía de dólares”, escribió David Rees de la firma de investigación financiera Capital Economics, en una nota.

El mecanismo podría ser una válvula de salida para multinacionales que tienen capitales que repatriar, como American Airlines, Colgate-Palmolive o Telefónica, aunque con un tipo de cambio mucho menos competitivo.

El Gobierno dice que el Sicad 2 equivaldrá a un 8 por ciento de las ventas en dólares de la nación miembro de la OPEP, lo que podría representar unos 60 millones de dólares diarios, que se compara con los 100 millones de dólares al día que se transaban en el mercado que funcionó hasta 2010, dijo Russ Dallen, socio de la correduría Caracas Capital Markets.

“Algo es mejor que nada”, añadió.

El Banco Central no ha revelado los volúmenes de transacción que ha movido mecanismo hasta ahora, pero operadores dicen que la oferta se ha mantenido tímida.

Si el nuevo sistema no satisface la demanda, los importadores tendrían que acudir al mercado paralelo donde el dólar remontaba el martes hasta los 70 bolívares, lo que ha sido uno de los principales detonantes de un inflación de un 57 por ciento anual.

Fitch Ratings bajó el martes la calificación soberana de Venezuela a “B” desde “B+”, con panorama negativo, citando una mayor inestabilidad macroeconómica y retrasos en la implementación de políticas para abordar la alta inflación y la distorsión en el mercado cambiario.

Deudas en alza

En un caso que ilustra los reclamos empresariales por divisas, 24 líneas aéreas agrupadas en la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) alegan que están afectadas por el control de cambio, pues tiene que vender boletos en bolívares sin poder acceder luego a divisas para repatriar esos capitales.

La IATA calcula que Venezuela le debe unos 3.700 millones de dólares a las aerolíneas, por boletos que ya fueron vendidos a una tasa de 6,3 bolívares por dólar.

Empresarios locales calculan que se requieren unos 15.000 millones de dólares para normalizar las importaciones y han advertido de que el control de precios que rige desde 2003, imposibilitará a importadores y fabricantes de algunos sectores comprar divisas a 50 bolívares si no pueden aumentar los precios.

La nueva plataforma agrega un tercer tipo de cambio oficial en el marco de los controles implantados en 2003. Los dólares también se venden a 6,3 bolívares para la compra de bienes esenciales y en cerca de 11 bolívares para otros artículos.

Si bien la oposición política condenó el nuevo sistema como una devaluación implícita, Wall Street ha recibido con entusiasmo la puesta en marcha del sistema de libre flotación y los bonos venezolanos reaccionaron positivamente.

“Hay euforia en los primeros signos de pragmatismo del Gobierno de Maduro para enfrentar los desequilibrios macroeconómicos”, dijo Siobhan Morden, estratega de Jefferies para América Latina.

El bono de referencia de Venezuela en dólares al 2027 subía 1 punto a 76,925 – 77,866; mientras que el bono de la petrolera estatal PDVSA al 2022 subía 1,3 puntos a 92,447-93,553, según cifras de Reuters.

(Con reporte adicional de Diego Oré, Andrew Cawthorne y Deisy Buitrago en Caracas, Girish Gupta en Nueva York y Louise Eagan en Otawa.; Editado por Javier López de Lérida.)

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