El diputado tachirense Miguel Ángel Rodríguez deploró este viernes la respuesta negativa a la apelación del dirigente nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, y tajantemente sentenció que aunque en la víspera el presidente colombiano expresó que el gobierno de Venezuela aceptaba condiciones para dialogar, la realidad es que todo demuestra que más bien se agudiza la violación de los derechos humanos como respuesta a pedidos de rectificación, de cambio, de millones de venezolanos que se lanzaron a una extensa jornada de protesta pacífica y justa.
Dice que como López, el caso de todos los presos políticos que deberían quedar en libertad, incluyendo a Iván Simonovis, a los alcaldes derrocados que además tendrían que volver al pleno ejercicio de sus funciones, el de los miles de estudiantes privados de libertad o sometidos a presentación, y la justicia verdadera para saldar los asesinatos, heridos y torturados de la represión brutal a la protesta; son indeclinables condiciones para cualquier conversación.
“Expresé en estos días que el gobierno prefiere provocar, alimentar y desatar distintas expresiones de violencia contra el pueblo, porque si fuese posible hasta sin garantías, con un escenario de estado de excepción, querrá punzar a Venezuela con la maxi-devaluación, la tarjeta de racionamiento y otras medidas de shock que derivan de la destrucción inferida al futuro de la familia venezolana que ahora es víctima del hampa, del desabastecimiento de productos y servicios esenciales y de la ruina en que convirtieron al salario. Lo sostengo. Y la decisión de mantener preso a López lo reafirma”.
El parlamentario dice que en consecuencia de lo antes expuesto, vale desechar pérdidas de tiempo considerando que el gobierno realmente quiera resolver la crisis económica, social y política que vive Venezuela. Pero también es imperativo recalcar la sujeción de la protesta a todos los caminos pacíficos y constitucionales para no “pisarle el peine al gobierno empeñado en mentir con la tesis de que su modelo no fracasó, sino que lo obstruyeron los fascistas y golpistas”.
“Desgraciadamente el gobierno se apartó del orden constitucional. Han derrocado a nuestros alcaldes, han confinado a uno de nuestros más influyentes líderes democráticos, han desatado terror militar y paramilitar contra manifestantes y hasta contra familias sorprendidas en la intimidad de sus hogares. Necesariamente hay que poner orden y nuestra mejor lanza es la verdad, la paz, y la adhesión a quienes en justicia piden el cese del tránsito al desastre”.
Calificó de burla el que alguien piense que comprometiéndose a no llamar “chuki” al contrario da muestra de buena fe. “La crisis nacional es seria, profunda y dolorosa. El mundo entero ya la asumió así y nuestra gente merece respeto”, concluyó.