Dámaso Jiménez: Perfil de una dictadura

Dámaso Jiménez: Perfil de una dictadura

thumbnaildamasojimenezRecuerdo que en el colegio no habían palabras que describieran exactamente el concepto de un escenario democrático como sistema de prevalencia para las libertades,  fuera del significado electoral que mandaba a caletrear la maestra en el entendido de que el poder reside en el soberano cuando escoge a sus autoridades cada cierto tiempo y en aquella máxima de que a pesar de sus errores y desaciertos siempre sería un mejor sistema comparado con cualquier otro para la convivencia en común.

Lo que nunca se especificó en el manual de formación social, moral y cívica era ¿qué hacer en caso de que se encendieran las alarmas?. Todas las respuestas estaban dispuestas en los artículos de nuestra Carta Magna, pero para qué sirve una Constitución si los intérpretes designados por el Estado se prestan a la violación irrestricta de su letra y al ataque, persecución, ultraje, imposición, humillación, y usos y abusos de los designios del poder contra los derechos ciudadanos de los venezolanos atribuidos en democracia.

Hace unos días el TSJ confirmó la pérdida de cargo de la opositora María Corina Machado por aceptar la invitación de Panamá como miembro del parlamento venezolano en una sesión de la OEA luego de la interpretación hecha por el presidente de ese organismo Diosdado Cabello.





Pero qué significa ser diputado de un Parlamento Nacional cuyo funcionamiento simula más un cuartel en poder de un capitán con mando de general en jefe en ejercicio, que una tribuna pública para la discusión de las ideas y las propuestas. Ciertamente esta  acción funesta pero torpe le permitió a MCM explicar ante los parlamentos de América y el mundo, la real incompatibilidad que existe entre el poder de los autócratas, que braman y rugen en su afán por apoderarse de todo a su paso e imponer medidas fracasadas impuestas por el castrocomunismo desde hace 50 años, y las insignes leyes universales de la convivencia democrática para la justa supervivencia de la justicia y la paz.

Según el Foro Penal la violencia en las calles se ha cobrado ya 39 víctimas mortales, 2.118 detenciones, 59 denuncias oficializadas de tortura y trato cruel que ascenderán por las últimas protestas evidenciadas en Maracaibo, San Cristóbal y en Caracas, específicamente en la UCV donde un contingente de paramilitares armados y permisados por el gobierno sometieron y humillaron ante el ojo público a estudiantes, periodistas y manifestantes, en una clara demostración de que a casi 2 meses de las protestas al gobierno le sabe a rábano molido las formas constitucionales y los derechos humanos.

A Maduro no solo se le ha escapado de las manos la delicada situación del país al no reconocer las luchas y las protestas en su mayoría válidas y legales, sino que parece decidido a alargar el escenario de caos y sometimiento, mientras reitera su decisión de seguir apretando el alicate para imponer un plan nacional de pacificación, que impone una tarjeta de racionamiento, cierra medios de comunicación, allana residencias y mete presos sin juicio alguno a toda disidencia rebelde y contestataria, al mejor estilo de “la guerra es la paz” como diría George Orwell.

Para decirlo sin medias tintas, si un Presidente es incapaz de gobernar para todos e impone su mandato al margen de las leyes constitutivas y por encima de la voluntad popular, argumentando el interés o necesidad nacional, y en tu día a día prevalecen las violaciones incesantes de los derechos humanos, se irrumpe mandatos constitucionales de alcaldes elegidos, no hay decisión autónoma de poderes, existe un manejo irracional y sin ningún tipo de control de los dineros públicos, se utiliza el racionamiento de derechos básicos como los alimentos, la vivienda, el agua para su beneficio político, se ataca la pluralidad política, sindical, asociativa y la libertad de expresarse por determinados medios, se ostenta poderes extraordinarios para atornillarse en el poder, y se utiliza la violencia como forma de amedrentar a toda una nación, estamos en presencia de un gobierno despótico y tirano, lo que es lo mismo que decir en dictadura.

Pero no hay dictaduras buenas, a pesar que algunos se crean designados por el Olimpo. En una oportunidad Mijaíl Bakunin, el filósofo, anarquista ruso y fuerte opositor del proyecto de dictadura del proletariado de Karl Marx le respondió en una carta: “Ninguna dictadura puede tener otro objeto que el de perpetuarse; ninguna dictadura podría engendrar y desarrollar en el pueblo que la soporta otra cosa que la esclavitud. La libertad solo puede ser creada por la libertad”.

Como ven el asunto no es nada nuevo ni parece estremecer a nadie porque ya Maduro reiteró que le resulta insignificante que lo llamen dictador, sin tomar en cuenta que todos los ataques y vejaciones que hace en cadena nacional y los ataques perpetrados por los colectivos y cuerpos represores, están excesivamente documentados y tales delitos no prescriben según el artículo 7 del Estatuto de Roma en la Corte Penal Internacional de La Haya.

 

@damasojimenez

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