Cada semana durante más de 3 meses algunos amigos, sobre todo empresarios y periodistas, que me han decepcionado por la superficialidad de sus pronósticos, vienen diciendo que la oleada de protestas cede, que se tranquiliza todo. Casi apuestan a que Maduro sigua campante en el poder y que algo le darán a la oposición miraflorina medrosa, para que siga cumpliendo su papel de celestina del régimen, a cambio de migajas.
Ha quedado absolutamente claro sin embargo, hasta para los más escépticos, que está en pleno desarrollo una insurrección que puede amainar por días, pero que desde el 5 de febrero se extiende y profundiza a lo largo y ancho del país.
La principal característica de esta oleada insurreccional, son sus métodos de pelea de calles, su intensidad, masividad y sobre todo la radicalidad de su mensaje, no solo irreverente sino de que sus propuesta abogan por un corte quirúrgico, luchando por expulsar del poder al régimen madurista, por cuanto solo representa un gobierno títere de los Castro.
Vivimos, y así lo he pronosticado con mucha antelación, una SITUACION REVOLUCIONARIA: “Los de arriba ya no pueden gobernar como antes y los de abajo ya no aceptan seguir viviendo ni ser gobernados como antes” que es una premisa con la que los marxistas siempre daban por agotado el tiempo de vida del antiguo régimen, y que ahora se les vino en contra, por cuanto resulta que también vale para sus mamotretos de gobiernos mafiosos, como se evidencian con todos los derrumbes de los totalitarismo comunistas del mundo y también con los regímenes de esencia expoliadora estatista de tinte izquierdista, como el chavista, haciendo de sostén agónico de Cuba el último bastión de llamado socialismo real.
Gran paradoja es esta que ahora sufre el chavismo, que se creyó su propio cuento, de ser portadores de un gran destino nacional, pero que ahora lo ven impávidos enterrarse por sus propios aplaudidores y cultores de esa piltrafa de régimen.
No les queda otra que seguir aplaudiendo cada vez más esmirriados, a lo que tanto han ponderado como una revolución lo que resultó solo una impostura, porque tal revolución de espejismos solo se dio en largas peroratas de cadenas mediáticas y en esas prácticas de atropellos diarios expropiatorios contra los productores del país, premiando la vagancia y el clientelismo de una legión de parásitos ahora descontentos y encolerizados por el hambre y las privaciones heredadas de ese modelo absurdo de gobernar contra todo principio civilizado. La línea general de los antiguos militantes chavistas es la pasividad y la espera del derrumbe, conducta por demás muy normal en la tradición clientelar del grueso de los afectos a la causa roja, salvo para los nazis, mal llamados colectivos, organizados en grupos paramilitares de ataque armado a nuestros militantes.
La revolución de carnaval eterno de fraseologías radicales, de pacotilla ideológica de los chavistas, está siendo derribada por una verdadera revolución política , una DES-REVOLUCION como la llama Reynaldo do Santos, que es impulsada por toda una generación en la calle, que prefiere hacerse matar por los esbirros cubanos a seguir viviendo bajo este gobierno espurio de charlatanes rojos, que solo se quieren mantenerse en el poder a cualquier precio, para robarse inmensas fortunas en los dólares saqueados de un sistema político sin control, ni contrapeso alguno, que sencillamente nos llevó al caos.
Haciendo un esfuerzo de síntesis, de lo que en el futuro merecerá libros, a la fecha de hoy vislumbramos en el horizonte político las siguientes probabilidades donde lo más seguro es que exista alguna otra resultante de mezclas que combinen rasgos de varios de estos escenarios.
1.- Puede aún darse un golpe militar nacionalista que incluya hasta algún segmento del chavismo originario del 4 F, que quisieran recuperar la independencia nacional hoy hipotecada a Cuba, que nos saquea importantes recursos financieros y domina el aparato de Estado, reduciendo a los funcionarios locales al rol de simples procónsules cipayos .
El gobierno que emerja de tal golpe sería absolutamente efímero, si estuviera asociado a connotados civiles o militares charlatanes del gobierno actual y si no cambia DRASTICAMENTE todo el modelo económico hacia el mercado y a una estrecha alianza con occidente. Eso parece sencillamente Irreal, pero en política nada se descarta cuando se habla de hipótesis en una situación sin salida aparente.
2.- Otra hipótesis lógica sería presenciar un golpe militar de derecha de tipo “pinochetista”. Un régimen surgido con ese tipo de orientación está en contradicción con el origen que habría tenido su factor desencadenante con protagonismo de la calle insurreccionada. Esta tesis del golpe de derecha militar sería incluso adversada por la clase política clientelista de la MUD, que sin embargo se dividiría por la oportunidad de canjear libertades y curules por realizaciones económicas rápidas, generadas por un gobierno fuerte, de orden y progreso material, y por supuesto que comenzaría por lo más rendidor en política, orientado tenazmente a dar seguridad contra el hampa común y política a la que declararían la guerra.
La posibilidad que los hoy insurreccionados de hoy apoyen esa experiencia de tipo autoritaria no puede descartarse de todas maneras, por cuando defienden valores de clase media de aspiración al orden y con principios anticomunistas, como los que informan los propósitos de la calle en lucha y no por azar son los andinos conservadores sus promotores de vanguardia.
El gran apoyo popular que tendría tal régimen, seria quizá suficiente para contrarrestar el aislamiento mundial de gobiernos occidentales, practicantes de toda la alcahuetería mundial favorable a los Castro y al chavismo, que fue comprada con decenas de miles de millones de dólares de nuestra chequera petrolera. Una evidentísima arma de defensa de ese gobierno de derecha venezolano sería por supuesto ayudar de forma militante al pueblo cubano a sacudirse el yugo castrista que tendría un amplio respaldo en USA y el resto del continente.
3.- LA tercera posibilidad es que se mantenga la “democracia” precaria, caótica, chucuta y pactada por las mafias. No puede negarse a priori que finalmente el chavismo llegue a la conclusión que más les vale sobrevivir con las garantías de sociedad con hegemonía de los MUD de hoy, provocando elecciones anticipadas y reformas de coexistencia política, que permitan el gran reparto de la renta petrolera, con un nuevo tipo de gobernabilidad como fue el Pacto de Punto Fijo, no en la versión digna que fundó nuestra democracia, sino en su versión delincuencial, como pacto de roscas de grupos boliburgueses y mafias clientelares de apariencia democrática.
Lo que resultaría de allí, de esa línea de acción de lo peor del país, no es nada distinto a un esperado largo trajín de caos político, que nos llevaría a niveles aún más espantosos de despilfarro de oportunidades, con enormes dosis de demagogia social y de repartos empresariales entre “bolichicos” de toda calaña, que harían insolubles, por otra década más, los problemas acumulados.
Ese es el propósito del llamado DIALOGO que esconde más de lo que declaran como propósitos absolutamente desnaturalizados, con algunos participantes que ni siquiera imaginan su nivel de manipulación, si es que aún quedan incautos entre los dialogadores miraflorinos.
Lo peor de la Cuarta y lo peor de la Quinta escribirían páginas aún más sombrías de la política como negocio entre los facinerosos que nos gobiernan hoy y los conchupantes nalguitas entalcadas, partidarios de formas más educadas de estafas al erario público y a la fe popular.
4.- Como cuarta hipótesis tenemos el escenario que siga este gobierno, dando tumbos por uno o dos años más, porque resulta difícil siquiera imaginar que llegue al plazo constitucional del 2019 lo que no puede descartarse si se diera la lógica ultra-oportunista de líderes políticos como Capriles, Henry Ramos Henry Falcón, Aveledo, etc.
5.- La Quinta probabilidad es que estallen las FFAA siendo esto anticipado, seguido o en simultaneo con un estallido social popular que generaría un estadio de despedazamiento territorial nacional, con manejo de jirones del estado descuadernado por mafias paramilitares, con segmentos de oficiales patriotas tratando de rescatarlo pero ya en una muy tardía operación, que para lograr sus loables objetivos tendríamos que transitar entonces años de caos y guerras irregulares intestinas.
Los irresponsables que dirigen la MUD nunca han superado la irresponsabilidad siniestra del chavismo con los que comparten la perspectiva de: por no generar un cambio drástico inmediato, terminarán llevándonos a las peores hipótesis como la descrita aquí.
6.- Por último y aunque resulte una utopía para muchos yo quisiera ver rápidamente una fractura de las FFAA, y que su ala mayoritaria pueda aislar y derrotar a los factores mafiosos ligados al régimen y declaren ante el país su solidaridad militante con la insurrección de los jóvenes, pidiéndoles unas semanas de plazo y de vuelta a la calma para poner en orden el país.
En medio de ese periodo de gracia de muy difícil manejo, donde debe imperar una enorme dosis de sensatez, para evitar darle armas de revancha al poder destituido, se constituiría un gobierno cívico- militar sin prometer elecciones en tiempos breves, por cuanto hay que rehacer primero el registro civil y electoral, hay que realizar un proceso de reconstrucción democrática de los partidos políticos solo de aquellos que cumplan rigurosas pautas éticas y legales, sobre incompatibilidades con corrupción de funcionarios y de prácticas lesivas a los principios de funcionamiento democráticos.
Se iniciaría un proceso de reinstitucionalización del Estado comenzando por la municipalización del grueso de las tareas de gobierno cotidiano, incluyendo hasta atribuciones amplias a jueces electos por el foro de abogados a partir de numerosas exigencias de profesionalismo y probidad, así como de escrutinio de solvencia ética refrendada por círculos ciudadanos representativos.
Se Comenzaría de inmediato una reorganización, redimensionamiento y re- profesionalización de las FAN y de la misma forma se acometería una profunda reforma del estado y de la economía para reducir drásticamente el peso del estatismo y del clientelismo basado en el rentismo petrolero. Se mantendría el único rumbo hacia un impulso de gran escala hacia una economía de gran inversión privada, donde el presupuesto nacional seria reorientado a dar soporte a la generación de empleos privados productivos y al regreso de capitales basados en una moneda sólida absolutamente convertible, al tiempo que se logre una rápida elevación del salario real para aumentar drásticamente la demanda solvente y la productividad mediante inversión de capital tecnológico y renovación del plantel industrial y de servicios.
Pasada una primera etapa de grandes ajustes, el país debe abrirse progresivamente a un gran ejercicio democrático, pero no a la rochela de politiqueros sino a una gestión con absoluto control ciudadano, donde quede proscrito y garantizado por severas aplicaciones de leyes que obliguen a la transparencia en el manejo de los fondos público.
La política debe dejar de ser una actividad rentable para los corruptos y sus clientelas.
A Venezuela la salvaremos como nación su gran mayoría de gente honesta si somos capaces de arrinconar, incluso ilegalizar y castigar, a quienes ejerciten el delito de prevaricación de leyes, funciones, instituciones y con dineros públicos. Pero ese es otro gran tema a tratar.