Cuadrillas de rastreo enviaron el lunes un robot submarino a las profundidades del Océano Índico para buscar el avión perdido de Malaysia Airlines después de que en seis días no se han detectado ya señales de las que se cree son sus cajas negras.
Mientras, las autoridades investigan una franja de combustible de unos 5,5 kilómetros (3,4 millas) desde el área donde se detectaron los sonidos por primera vez, dijo Angus Houston, jefe de la agencia que coordina los esfuerzos internacionales de rastreo.
Las autoridades tomaron una muestra y la enviarán a Australia para su análisis, un proceso que tomará varios días. Houston agregó que al perecer la sustancia no proviene de ninguno de los transportes en la zona y fue cauteloso con sacar conclusiones sobre su origen.
El barco australiano Ocean Shield lanzó el vehículo submarino autónomo Bluefin 21, el cual puede crear un mapa sónico tridimensional del área para ubicar cualquier escombro situado en el lecho marino.
La medida se toma luego de que en las últimas dos semanas las cuadrillas de búsqueda percibieran sonidos subacuáticos similares a los que emiten las cajas negras de los aviones.
“No hemos tenido una simple detección en seis días, creo que es tiempo de ir debajo del agua”, dijo Houston. “Estamos en el día 38 de la búsqueda”, agregó.
El avión desapareció el 8 de marzo con 239 personas a bordo, en su mayoría chinos, en un viaje de Kuala Lumpur, Malasia, a Beijing.
Sin embargo, Houston advirtió que el cambio a una búsqueda submarina no significa que “automáticamente detectaremos los restos del accidente. Puede ser que no sea así”.
La recuperación de las grabadoras de parámetros de vuelo y conversaciones en la cabina de mando son esenciales para que los investigadores intenten dilucidar qué le sucedió a avión.
Tras analizar información de satélites, las autoridades creen que el avión se desvió de su rumbo por razones desconocidas y se estrelló en el sur del Océano Índico. Los investigadores se centran en estas posibilidades: secuestro, sabotaje y problemas personales o sicológicos de alguien a bordo del aparato.
Los expertos determinaron que dos señales captadas el 5 de abril por el buque australiano Ocean Shield eran “consistentes” con las que emiten las cajas negras. Dos señales más se detectaron el 8 de abril en la misma zona, pero no han podido identificar ninguna otra desde entonces.
Houston dijo que el proceso de búsqueda mediante el submarino será “lento y doloroso”.
El submarino tarda seis veces más en recorrer el área que el localizador de sonidos y necesitará entre seis semanas y dos meses para recorrer la actual zona de búsqueda subacuática. Las señales se emiten desde unos 4.500 metros de profundidad, que es la mayor profundidad que puede alcanzar el Bluefin 21.
Al submarino le tomará 24 horas completar cada misión: dos horas para llegar hasta el fondo, 16 horas de búsqueda en el lecho marino, dos para regresar a la superficie y cuatro horas para descargar los datos, explicó Houston. En su primer despliegue recorrerá una sección de 40 kilómetros cuadrados (15 millas).
También estaba prevista para el lunes una operación de búsqueda visual sobre 47.600 kilómetros cuadrados (18.400 millas cuadradas) de mar cuyo centro está a 2.200 kilómetros (1.400 millas) al noroeste de la ciudad costera oriental de Perth, informó el centro. Un total de 12 aviones y 15 barcos participarían en las operaciones.
La zona de búsqueda submarina es en este momento de 1.300 kilómetros cuadrados (500 millas cuadradas) del fondo del mar, equivalente al área de Los Ángeles.
El centro de coordinación de búsqueda informó a primeras horas del lunes que un barco de la Armada australiana que arrastra un hidrófono de la Armada estadounidense no ha detectado señales desde el martes pasado en la búsqueda del Boeing 777 de Malaysia Airlines. AP