En el marco del inicio de la Semana Santa y del flujo de temporadistas hacia Anzoátegui, el integrante de la dirección nacional y directivo regional del Movimiento Ecológico de Venezuela, Alejandro Aguilera, entregó ante la oficina estadal del Ministerio del Ambiente una solicitud formal y de aclaratoria ante los niveles “reales” de contaminación en las playas locales.
Aguilera precisó que el despacho de ambiente debe aclararle a la opinión pública anzoatiguense y a los visitantes, cuáles son las playas aptas y cuáles no, porque es descabellado decir que “en el caso de Urbaneja entre Cangrejo, Lido, Los Canales, Playa Mansa, Muerta y de las del Cerro El Morro existen unas que están bien y otras clausuradas, cuando es la misma costa. Pareciera que la contaminación, para el Gobierno, es selectiva y se ubica por parcelas puntuales”.
Además denunció el secretismo sobre la alerta de marea roja que se había anunciado hace unos días en las adyacencias de Mochima, realidad que fue minimizada para que no afectará el asueto de la Semana Mayor lo que indica una falta de consciencia por parte de los representantes ministerio.
Precisó que entre los casos más preocupantes está el de las playas del municipio Peñalver, al Oeste de la entidad, donde es pública y notoria la existencia de descargas de aguas negras a escasos metros de las playas que fueron decretadas como aptas para los vacacionistas.
La vida -prosiguió- y el bienestar de los usuarios de los espacios públicos debería ser el norte de las autoridades, la verdad debería ser la norma cuando se habla de la integridad de miles de personas, no obstante los cuerpos del Estado son proclives a cambiar datos, ocultar información o de hablar con medias verdades.
El vocero del partido del Girasol precisó que la manifestación realizada ante el Ministerio del Ambiente está centrada en pedirles a las autoridades de este departamento centralizado que sean diligentes en la suministración de información y que ésta sea fidedigna.
“Quién responde cuando los bañistas sufren infecciones en la piel, quién dice algo cuando surgen enfermedades entre los usuarios al utilizar espacios ya penetrados por las aguas servidas y demás sustancias contaminantes”, acotó.
El dirigente ecólogo insistió en que no existirá en Venezuela y especialmente en la entidad un turismo realmente seguro cuando no exista una política de atención a los innumerables elementos contaminantes, como la desembocadura de aguas negras en playas y ríos, así como la tala indiscriminada en las riberas de las costas fluviales de la región.
“Es sorprendente que el gobernador, Aristóbulo Istúriz, diga lleno de placer que la entidad recibirá un total de 700 mil temporadistas, cuando es notorio que la mayoría de los balnearios que poseemos en la zona están contaminados, es decir, que él se alegra que posiblemente 700 mil personas padezcan de distintas patologías y alergias causadas por el desastre ecológico anzoatiguense”, aseveró.
Para los verdes el gobierno rehúye de sus obligaciones en materia de resguardo natural y de la salud de los venezolanos.
“Promover el turismo mirando solamente los ingresos que pueden dejar, sin considerar las consecuencias tanto para los visitantes como para las áreas que visitarán es una de las mayores irresponsabilidades que un Estado que se llama socialista puede llevar adelante”, manifestó.