¿Las emociones engordan?
Cuando nos encontramos tristes, buscamos el refugio en algo que nos haga sentir bien; pero muchas veces ese alivio lo encontramos en la comida ya que es algo que tenemos muy a la mano y produce placer, satisfacción y un grado de tranquilidad. Cuando uno se refugia en la comida, es muy probable que se convierta en una compulsión, se puede dar de una forma muy rápida y muy difícil de controlar si no somos consientes de lo que estamos haciendo. Informe21
El comer de forma descontrolada nos lleva a la obesidad y sin actividad física esto empeora. Pero la obesidad no es exclusiva de personas que no hacen ejercicio, existe gente que cree que haciendo ejercicio equilibran su alimentación y pueden comer lo que quieran. ¡Grave error! No se puede acabar con toda la tiendita y pensar que con hacer ejercicio todo quedará resuelto. Esto es imposible ya que se juega con niveles de azúcar y no existe un equilibrio entre las calorías que ingerimos y las que gastamos.
Otros dejan de comer, lo cual tampoco es la solución. Para bajar de peso el cuerpo debe liberar grasa, cuando no comemos, el cuerpo guarda lo que tenga en forma de grasa para sobrevivir en caso de largos periodos de hambre y utiliza los músculos como energía. Por eso debemos comer cinco veces al día y evitar largos periodos de ayuno si queremos activar el metabolismo y quemar grasa.
¿Cómo combatir la obesidad emocional?
1. ¡Haz ejercicio! Las emociones le pueden hacer una mala jugada a la activación física, porque cuando caemos en una depresión o tristeza, las ganas de hacer ejercicio desaparecen. Algunas personas, después de mucho tiempo, se dan cuenta que el hacer ejercicio les proporciona energía y les provoca felicidad, lo cual está científicamente comprobado. Con actividad física las emociones se pueden controlar debido a que se oxigena todo el cuerpo y se desatan sustancias cerebrales que ayudan a un buen humor. Además el hacer ejercicio te ayuda a encontrarte a ti misma ya que es un espacio para pensar en ti y en tu cuerpo.
2. Controla tu estrés y ansiedad. La llamada obesidad emocional tiene más factores que la provocan además de una mala racha o tristeza. La tristeza va acompañada de estrés, ansiedad y por su puesto insomnio. Si no dormimos bien, el cuerpo no es capaz de curarse y sobretodo cumplir con su función haciendo que el cuerpo se descontrole. Puedes practicar yoga y ejercicios de meditación.
3. Come bien. Una mala alimentación provoca baja productividad, poca energía y no somos capaces de hacer muchas cosas.