Calles desoladas, santamarías abajo y poco tráfico marcaron el Viernes Santo de Barquisimeto. El Impulso
Esquinas solitarias y templos repletos. Así transcurrió el segundo día feriado de la ciudad usualmente congestionada. Nuevamente, el barquisimetano prefirió quedarse en casa, visitar los centros comerciales o destinos más cercanos como el montañoso Cubiro.
Cuadras transitadas a diario lucían vacías ayer. Fue el caso del centro donde se anuló la actividad comercial. Pero las colas en las farmacias de turno no se redujeron. La búsqueda de medicamentos escasos continuó durante el día libre.