Marta Colomina: Maduro: miente, que algo queda

Marta Colomina: Maduro: miente, que algo queda

A medida que aumenta la inseguridad, represión contra estudiantes y opositores, escasez de divisas, alimentos, medicinas, agua y hasta bombonas de gas en un país cuyo desgobierno alardea de las mayores reservas petroleras del mundo, Maduro incrementa sus mentiras y pretende ocultar realidad tan estallante a través de la hegemonía mediática oficial, de férrea censura a la radio y TV privadas, y con la carencia de papel, a los medios impresos.

Emulando la práctica goebbelsiana de repetir mil veces una mentira hasta convertirla en una “verdad” aceptada, Maduro y sus huestes pretenden convencernos de que no existe violencia represiva, ni muertes causadas por sus cuerpos de seguridad y los sanguinarios paramilitares financiados por su gobierno, sino que los criminales y violentos son los estudiantes. La historia del preescolar presuntamente incendiado en Chacao con 93 niños adentro, repetida hasta la saciedad por los acólitos rojos, no es tal. El colegio está en remodelación (no hubo, ni hay niños adentro, informa una colega). Tan falsa es la versión, que las imágenes mostradas por Maduro en cadena el lunes 14, no corresponden al preescolar, sino al humo y fuego producido por las bombas lacrimógenas disparadas por la GN en plaza Francia, según prueban videos divulgados con anterioridad. Mienten también al repetir que los estudiantes queman “universidades”, al referirse a la Unefa (custodiada por cuerpos de seguridad) fue asaltada y quemada por encapuchados durante la sospechosa y facilitadora ausencia de sus vigilantes. Son sus grupos armados los que han destruido y quemado espacios universitarios y agredido gravemente a los estudiantes. Otra de las mentiras rocambolescas de Maduro es la de que habrían “talado 5 mil árboles par ser utilizados en barricadas y guarimbas”. Varios biólogos consultados (EU-02-04-2014) dudan de la tala: “si se colocaran 5 mil árboles en fila con una separación de 20 metros cada uno, se cubriría una recta de unos 100 kms, equivalente a ir de Caricuao a Petare cuatro veces”. La Red de Organizaciones Ambientales de Venezuela publicó un comunicado rechazando el “uso político-partidista que el Gobierno le ha dado al tema ambiental”. El mismo tratamiento carente de credibilidad han recibido las cifras oficiales dadas por el INE sobre desempleo, pobreza y otros.

Pero donde las mentiras oficiales batieron récord fue en la carta suscrita por Maduro y remitida al The New York Times (TNYT), con el fin de frenar las crecientes críticas contra su gobierno emitidas por políticos y medios de EEUU. Maduro dice haber “construido un movimiento democrático y participativo que ha asegurado que tanto el poder y los recursos sean distribuidos de manera equitativa a nuestro pueblo”. Este “cuento” fue creído en el exterior cuando Chávez era visto como un Robin Hood que robaba a los ricos, para dárselo a los pobres, aunque la verdad verdadera es que de la gigantesca corrupción surgieron los “boliburgueses” que saquearon las reservas internacionales y bienes públicos, que nos condujeron a la ruina y escasez actuales. Con la última devaluación el salario mínimo apenas llega a $60, y no alcanza ni para la 5ª parte de la canasta alimentaria. Maduro toma cifras de la ONU y del BM de 2007 -en el que disminuyó la pobreza- inventa otras y omite informes recientes del PNUD, en los que el país incumple las metas del Milenio. El FMI y el BM prevén que Venezuela tendrá el peor desempeño económico de la región en 2014, año que, a pesar de la bonanza petrolera, está financiando el gasto con devaluación.

Dice Maduro al TNYT que “hemos creado emblemáticos (… ) programas de salud accesibles a todos los habitantes de nuestro país”. Veamos titulares que lo desmienten: “Cadivi redujo en 21.3% la asignación de divisas al sector salud”; “hay más de 4 mil pacientes que esperan por una intervención quirúrgica” (en el JM de Los Ríos 650 niños con cardiopatías esperan cirugía); “93.204 enfermos no reciben tratamiento por falta de medicinas”; “están agotadas más de 140 medicinas básicas usadas en hospitales y clínicas, entre ellas las de tratar tumores”: “cerca de 150 mil venezolanos fueron afectados por epidemias por falta de controles sanitarios”. Todo eso ocurre mientras el gobierno está gastando más de $500 millones en perdigones y lacrimógenas para reprimir y asesinar a los estudiantes; dilapidó $300 millones en aviones para uso del régimen de los Castro; sigue regalando a Cuba 120 mil barriles diarios de crudo y unos $12 mil millones año.

Este “diálogo” lleno de embustes en carta de Maduro al TNYT continuará la próxima semana con delirios tales como “creo profundamente en el derecho de asociación y en la protesta pacífica”. Y ahora una de vaqueros.

mcolomina@gmail.com

Exit mobile version