Los rayos UVA y los UVB pueden ser especialmente nocivos. A corto plazo pueden provocar quemaduras solares y desencadenar reacciones de fotosensibilización. Las quemaduras solares severas acompañadas de ampollas, sobre todo durante la infancia y la adolescencia, son determinantes en la aparición del melanoma maligno en la edad adulta. Es el cáncer de piel así como el envejecimiento prematuro de la piel las consecuencias a largo plazo de la sobreexposición solar. Para evitar todas estas consecuencias nocivas, es importante utilizar protección solar especialmente en las zonas más propensas a las quemaduras solares y a lesiones pre malignas: rostro, cuello, escote… Nosotras
Para evitar la parte nociva de los rayos solares, desde Nosotras.com queremos compartir unas pautas para tomar el sol recomendadas por el Instituto Dra. Natalia Ribé.
Usar protector solar antes y durante de tomar el sol: lo ideal es aplicar la protección solar media hora antes de la exposición y renovarlo cada dos horas para asegurarnos que sigue haciendo efecto.
Tomar el sol gradualmente: las primeras exposiciones solares pueden ser de 10 a 15 minutos y las posteriores irán aumentando poco a poco. Especialmente en los primeros días del verano deben utilizarse productos con un factor de protección alto.
Evitar la exposición directa del sol al mediodía: entre las 12h y las 16h es cuando más pica el sol por lo que debemos asegurarnos de pasar estas horas en la sombra y cubrirnos el cuerpo con ropa clara.
Aplicarnos crema con derivados de aloe vera sobre las quemaduras ocasionadas por la irradiación solar.
Beber mucha agua: la piel expuesta al sol se seca muchísimo por lo que es importante escoger protectores que contengan humectantes y antioxidantes.
Utilizar gafas de sol: los ojos también necesitan una protección adecuada contra la radiación solar por lo que el uso de gafas de sol homologadas es indispensable.