Los tiempos que corren son una dura prueba para nuestra fortaleza emocional. Desempleo, desahucios, futuro incierto…son problemas que van minando nuestro optimismo y nuestras ganas de vivir. Así nos vamos acostumbrando a vivir en medio de la ansiedad y de la angustia llegando a estar cada vez más cerca de la depresión. Sin embargo, también vemos a nuestro alrededor personas que mantienen su optimismo y su alegría a pesar de encontrarse en situaciones que los demás consideramos desesperadas. ¿De dónde sacan esa fuerza psicológica?
Qué es la fuerza psicológica
Esas personas que se mantienen firmes sin perder la sonrisa, ni la iniciativa, ni las ilusiones a pesar de las adversidades, no están tocadas por ninguna gracia divina. Porque la fuerza psicológica es algo que todos tenemos, sólo tenemos que desarrollarla. Se trata de entender las situaciones desde otro punto de vista, porque aunque seamos de esas personas que suelen ver el vaso medio lleno, a veces la vida nos golpea de tal manera que somos incapaces de afrontar la situación.
La fortaleza emocional no se basa sólo en el optimismo, sino más bien en una actitud de apertura emocional que te permite ver las cosas desde un punto de vista diferente. Sí, puede que estés en una situación difícil, pero no puedes perder de vista que en algún momento saldrás adelante. Y tampoco puedes olvidar todo lo que puedes aprender de este mal momento que estás atravesando.
En cualquier caso, siempre parece fácil recomendar mantener una actitud positiva, mucho más fácil que lograrla, de hecho. Pero debemos fijarnos en todas esas personas a las que la vida ha maltratado pero no les ha hecho perder ni su sentido del humor, ni sus ganas de vivir, ni su propósito de ser felices. Son personas que confían más en ellas mismas que en el destino y que, teniendo muy claro que el objetivo es ser feliz, van a por ello plenamente confiadas en que se lo merecen.
Cómo ser más fuerte psicológicamente
Y es que la falta de confianza es el mayor impedimento que tenemos para ser feliz. Muchas personas no se sienten merecedoras de demostrar alegría ni se atreven a superar ciertas dificultades por el qué dirán. Es muy común ver cómo tras la muerte de un ser querido, muchas personas son incapaces de seguir adelante. No pueden aprender a soportar el dolor porque se supone que no deben hacerlo, pero nada más lejos de la realidad.
Sea cual sea la adversidad a la que tengamos que enfrentamos, debemos buscar dentro de nosotras mismas esa fuerza que nos haga salir adelante. No estamos hablando únicamente de instinto de supervivencia, sino de recuperar la confianza en que nos merecemos ser felices y disfrutar de la vida independientemente del dolor y el sufrimiento que nos rodeen. A esa actitud de no sólo mantenerse en pie, sino saber disfrutar de los buenos momentos en medio de una tormenta se le llama resiliencia, y es algo que todas deberíamos desarrollar.
Hay algunas cosas que podemos hacer para sacar a la luz esa fuerza psicológica que todas tenemos dentro. Perdonarnos nuestros errores, dejar de vivir en el pasado, cerrar la puerta a culpas y críticas, aumentar la confianza en nosotras mimas y, sobre todo, no perder nunca las ilusiones y los sueños.
Laura Sánchez / Diario Femenino