Los docentes estadales de Lara decidieron trabajar sólo media jornada desde octubre del año pasado, como medida de protesta para exigir nivelación de sueldos, han exigido la mejora salarial, usando también otras acciones de calle como marchas y manifestaciones que han celebrado, en su mayoría, frente a la sede de la Gobernación del estado Lara, reseña El Informador.
Este horario se ha mantenido hasta la fecha, por lo que los alumnos reciben la mitad del conocimiento que está previsto en el cronograma escolar.
Pero, los pupitres de los colegios y las escuelas nacionales también han estado vacíos, aunque por otras razones. En febrero iniciaron las manifestaciones hechas por parte de la sociedad civil y el movimiento estudiantil en contra de las políticas del Gobierno nacional, las cuales fueron radicalizadas por un sector de los protestantes, quienes han instalado barricadas en las principales vías de tránsito del este de Barquisimeto y Cabudare.
“Tomando en cuenta la situación, de 200 días de clases en algunos planteles se han visto 130 como mucho, si no es una cosa es la otra. En el oeste hay problemas de agua, de cloacas y se han tenido que suspender las clases por días”, explicó Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores en el estado Lara, quien indicó que en cada institución se debe acordar, junto a los representantes y la comunidad, la reprogramación de actividades sin afectar los días de vacaciones.
Todas estas situaciones irregulares afectan directamente en el nivel de preparación académica de los escolares, pues aunque no se han suspendido oficialmente las clases, algunos padres sienten temor de enviar a sus hijos al colegio y tener dificultad para buscarlos.
“En la escuela de mi hijo siguen dando clases, pero son flexibles con las evaluaciones, pues entienden que es un peligro que pueda ocurrir un enfrentamiento entre la GNB y los manifestantes y uno tenga problema para buscar a los chamos, es una angustia”, explicó Selena Pacheco, madre de dos niños que estudian en el Este de la ciudad, quien ha optado con otro grupo de representantes inscribir a sus hijos en tareas dirigidas para reforzar sus conocimientos y no “lleguen perdidos” el próximo grado.