Este Primero de Mayo encuentra a Venezuela sumida en una profunda crisis económica, social y política. Crisis que hace descansar sus peores consecuencias sobre los sectores más pobres de la población y en particular sobre los trabajadores.
Ya no se puede seguir ocultado esta crisis con consignas y manipulaciones: 56,3% de inflación en año 2013, 28% de escasez en productos básicos, inflación acumulada en primer trimestre de 2014 mayor a 10%, inflación anualizada hasta marzo superior al 60%, lo que anuncia que la inflación de este año 2014 tendrá cifras extraordinarias que bordearán 70%; a esto se le añade que más de 6 millones de venezolanos permanecen desempleados o en la economía informal, lo que significa una pérdida de fuerza laboral productiva.
Los efectos de esta crisis no podemos pagarlos los trabajadores, pues no somos responsables de ella, y rechazamos que se nos imponga desde el Gobierno un paquetazo neoliberal que en nada se diferencia de los adelantados por gobiernos anteriores, a no ser por el discurso engañoso y falso.
Exigimos un aumento general de sueldos y salarios para los trabajadores del sector público y del privado. Exigimos que el aumento del salario mínimo vaya acorde con lo dispuesto en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que toma como referencia la canasta básica. Proponemos que de manera inmediata se comience una revisión de las cláusulas económicas de las contrataciones colectivas, de las cuales más de 410 fueron homologadas el año pasado.
Y como compensación para los jubilados y pensionados exigimos que se les otorgue el derecho al bono de alimentación, valga decir, cesta-ticket.
Mientras no se modifique sustancialmente el rumbo económico del país, cualquier cifra que le pongamos al aumento nominal de los salarios se volverá sal y agua, pues inflación, devaluación, escasez y desabastecimiento se confabulan para seguir disminuyendo su capacidad adquisitiva, que es a fin de cuentas lo que nos importa a quienes vivimos de un salario, de un sueldo o de una pensión.
Desde hace años venimos criticando el rumbo económico que ha tomado el gobierno, pues, pese a los enormes ingresos por renta petrolera e impuestos fiscales, nos encontramos con uno de los mayores desastres económicos y sociales. Y es en esta semana pasada cuando el presidente Maduro, en una de sus alocuciones, reconoce la crisis e invita a todos los venezolanos a participar en la búsqueda de un nuevo modelo económico, aceptando en voz baja y a regañadientes el fracaso que han construido.
La CTV le toma la palabra y estamos dispuestos a participar en la construcción de un modelo económico productivo, que cree fuentes de empleo estables y bien remunerados, que impulse el desarrollo industrial y agrícola, que incentive la producción nacional de bienes y servicios para sustituir la enorme importación que lo que hace es generar empleos fuera de nuestro suelo.
El nuevo modelo debe impulsar la inversión productiva en un ambiente de respeto a los derechos laborales y de cumplimiento de los factores que constituyen el trabajo decente, es decir, crear condiciones para que una mayor porción de venezolanos estén amparados por contrataciones colectivas, para que se respete la libertad y la autonomía de las organizaciones sindicales y gremiales, para que se impida cualquier forma de discriminación en el empleo y para que se abran espacios para el diálogo social, herramienta aún más imprescindible en los momentos de crisis como los que vive Venezuela.
Para que el llamado del Gobierno a levantar un nuevo modelo económico pueda tener visos de credibilidad, exigimos la destitución del Gabinete económico, medida que pudiera mostrar la sinceridad de la invitación que se hace a los venezolanos.
El gobierno envió a la CTV una comunicación a través de Ministerio del Trabajo fechada 14 y recibida el 21de abril, en la cual solicita nuestra opinión y nuestros planteamientos sobre la fijación del salario mínimo nacional. Nosotros deploramos que una vez se requiera nuestra opinión sobre la materia con tan poco tiempo y sin convocar con antelación a las representaciones sindicales y empresariales.
Presidente Maduro, la cuantía del aumento del salario mínimo y del aumento general de sueldos y salarios queremos discutirla con el Gobierno y con los empresarios. Si existe verdadera disposición a dialogar, hay tiempo para hacerlo antes del Primero de Mayo. Si continúa tomando estas decisiones sin ningún espacio para el diálogo, asuma su responsabilidad sobre los rechazos y las protestas sociales que vendrán contra esa decisión inconsulta. De cualquier manera, cualquier aumento de salarios debe tomar en consideración la inflación de 2013 y la esperada de 2014, además de las referencias en cuanto al valor real de las canastas básica y alimentaria.
El Gobierno debe dar señales efectivas y reales que reflejen que el diálogo en desarrollo no es solo una fachada para ganar tiempo. Si de verdad existiera sinceridad en el llamado al diálogo del Gobierno, debería dar cumplimiento a la decisión del pasado 26 de marzo del Consejo de Administración de la OIT que le insta a la conformación de una mesa de diálogo permanente entre gobierno, empresarios y trabajadores, con la asistencia técnica de la OIT, para discutir los problemas que afectan al mundo del trabajo.
Otra medida inmediata que exigimos es la libertad de los presos políticos y el cese a la persecución y represión contra la dirigencia sindical, como expresión clara de la criminalización de la protesta. Solicitamos el sobreseimiento de las causas de los dirigentes sindicales y luchadores sociales encarcelados, detenidos y sometidos a régimen de presentación por llevar a cabo acciones en defensa de los trabajadores y en el ejercicio de derechos constitucionales. Prensa CTV