Venezuela dijo el viernes que al menos 58 extranjeros fueron detenidos bajo sospecha de haber incitado una ola de violentas protestas contra el Gobierno socialista en los últimos tres meses.
El ministro del Interior Miguel Rodríguez dijo en una rueda de prensa que varios colombianos, un estadounidense, un español y un árabe estaban entre la decena de “mercenarios” que, asegura, azuzaron a la violencia durante las manifestaciones contra el presidente Nicolás Maduro.
“Hasta la fecha van 58 detenidos de otras nacionalidades, casi todos implicados en el uso de armas”, dijo Rodríguez.
El ciudadano de Estados Unidos detenido en el estado fronterizo de Táchira -uno de los focos más aguerridos de los disturbios-, fue identificado previamente como Todd Leininger y acusado de intento de homicidio y tráfico de armas.
Desde que se iniciaron las protestas en febrero, 41 personas murieron y 800 resultaron heridas, según cifras oficiales.
Maduro, quien parece haber sorteado lo peor ola de protestas en más de una década en el país, alega que la oposición planea un golpe de Estado con la ayuda de Estados Unidos.
Rodríguez acusó a políticos de derecha de Estados Unidos, al ex presidente colombiano Álvaro Uribe, a varios activistas de derechos humanos y opositores venezolanos de estar involucrados en un plan para provocar los disturbios, una denuncia que se ha vuelto común durante los últimos 15 años de socialismo.
“Las protestas no fueron espontáneas”, dijo.
“Lo que está viviendo Venezuela es, sin duda alguna, un plan de conspiración insurreccional con fines claros de derrocar al Gobierno legítimamente instaurado en el país, y ese plan obedece a un objetivo estratégico permanente del Departamento de Estado de los Estados Unidos”, agregó.
Manifestantes de oposición niegan las acusaciones, diciendo que las protestas nacieron de la frustración de los venezolanos que deben lidiar con la alta inflación, la rampante criminalidad y la escasez de productos básicos.
El Gobierno de Estados Unidos y Uribe -repetidamente acusados por Venezuela de conspirar contra la estabilidad de la nación- han negado su participación en la política interna.
Alfredo Romero, quien dirige una organización de derechos humanos que ha llevado registro de las detenciones hechas durante la crisis, dijo que su grupo sólo conocía de unos pocos arrestos de extranjeros vinculados con la violencia reciente.
Varios detenidos tienen doble nacionalidad, dijo, lo que podría estar causando confusión.
De acuerdo a las últimas cifras oficiales, 197 personas permanecen detrás de las rejas, de casi 2.000 arrestados desde que se iniciaron las protestas. Rodríguez no aclaró si todos los 58 extranjeros que mencionó están todavía en prisión.
Las marchas y barricadas aún continúan esporádicamente en todo el país, aunque han declinado. Durante la crisis, los manifestantes encapuchados se enfrentaban casi a diario con las fuerzas de seguridad en Caracas y otras ciudades.