Por Faviana García/LaVerdad.com
Estaba listo para empezar su jornada de trabajo. Salió de su casa a buscar el café que tendría que vender luego, pero la suerte no estuvo de su lado. En medio de la casi debilitada oscuridad de las 4.30 de la mañana, una camioneta, de características desconocidas, pasó a toda velocidad. Desde el cajón del vehículos disparaban. Los desconocidos detonaron las armas, primero al aire y luego a los brocales. Una de las balas perdidas impactó en el cuello de Luis Guillermo Quevedo Velásquez, de 35 años. El hombre cayó y murió de inmediato, reseña LaVerdad.com
La esposa del fallecido, que iba unos pasos atrás, también se asustó por los disparos, pero pensó que lo peor ya había pasado hasta que escuchó su nombre. “‘¡Dora!’, gritó y se puso la mano en el cuello. Yo pensaba que estaba bromeando y le dije: ‘Ay, sí, ya me vas a decir que te dispararon’, y allí fue cuando se desplomó. Lo fui a socorrer, pero ya estaba muerto”, contó entre llanto Dora María Rincón, su mujer.
En la madrugada
El hecho ocurrió en La Cañada de Urdaneta frente a la estación de servicio Don Chucho, en la avenida principal del sector El Rosado, parroquia Chiquinquirá. “Al momento que le impacta se estaba agachando porque escuchamos los disparos que hicieron desde la camioneta al aire. Nosotros estábamos caminando a casa de una vecina que nos estaba haciendo el favor de hacer el café que íbamos a vender hoy porque en mi casa no hay gas y pasó eso”.
Los vecinos que se acercaron hasta el lugar aseguraron que era un hombre de bien. “Él no se metía con nadie, siempre fue muy atento con la gente y si podía ayudar en algo, lo hacía”, dijo un hombre que prefirió no identificarse.
Al lugar llegaron efectivos de la Policía regional para resguardar la escena del crimen. La Policía científica hizo el levantamiento del cadáver y lo trasladaron hasta la morgue forense de Maracaibo para hacerle los exámenes requeridos. Se investiga el caso.