Ucab – Guayana, un campo de batalla

Ucab – Guayana, un campo de batalla

PHOTO/JOSE LEAL

A las 11:30 de la mañana la prolongación de la avenida Atlántico, frente a la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) Guayana, olía a pólvora. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y un grupo de jóvenes protagonizaron otro enfrentamiento en el que bombas lacrimógenas y bombas molotov volaron dentro y cerca del campus.

Todo comenzó hacia las 8:00 de la mañana, cuando un grupo de estudiantes de la UCAB salió a la calle a manifestar frente a su universidad, en reclamo de la libertad plena de Xavier Beckles, cursante de Ingeniería Informática en dicha casa de estudios, que permanece privado de libertad tras ser detenido el pasado miércoles en la noche.





Los intentos de colocar barricadas en la avenida Atlántico atrajeron inmediatamente a cuatro tanquetas de la GNB, que ordenó trancar el paso desde el semáforo del Colegio Loyola hasta la intersección de residencias Loefling, hacia las 9:00 de la mañana.

La entrada de la UCAB Guayana se había convertido en zona de conflicto: los protestantes, que se mezclaban entre estudiantes y manifestantes, corrieron a resguardarse dentro del alma máter, cerrando tras sí los portones. Las tanquetas sitiaron el lugar y bloquearon la entrada.

Un herido en cada bando

Los castrenses intentaron amilanar los ánimos de los jóvenes al lanzarles gases lacrimógenos hacia dentro de la UCAB Guayana. Dispararon además perdigones de polietileno. Los protestantes respondieron con bombas molotov, morteros, fuegos artificiales y piedras.

“Nos vamos a quedar aquí hasta que le den libertad a Xavier Beckles, y a todos los estudiantes detenidos” era la intención, según una manifestante que habló encapuchada con los medios.

Los manifestantes convirtieron la universidad en su trinchera. La vía Colombia fue el lugar desde donde los uniformados abrieron fuego, algunos desde la tanqueta. Luego de las 9:30 de la mañana, el comandante del Destacamento 88, el teniente coronel Alejandro León, fue herido de una pedrada en el labio superior, y requirió 13 puntos de sutura.

Los momentos de calma fueron breves. El estruendo de un mortero rompió la “tregua” momentánea y los gases lacrimógenos vuelven al aire. Los fuegos artificiales aparecieron a plena luz del día y cartuchos de perdigones cayeron en al pavimento.

Hacia las 10:20 de la mañana, Carlos Reyes, de 43 años, vigilante de la UCAB, recibió perdigones de la GNB. Samuel Petit, dirigente estudiantil de la casa de estudios, reportó cinco estudiantes con heridas leves.

Reportaje completo en El Correo del Caroní