Venezuela entró hoy en compás de espera pendiente de que la representación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) pueda llegar el domingo para reunirse con Gobierno y oposición, después de que esta diera por congelado el proceso de conversaciones para salir de la crisis política en el país.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) cree “probable” que en la tarde de este domingo puedan reunirse con los cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, y Ecuador, Ricardo Patiño, así como con el nuncio en Caracas, Aldo Giordano.
“Es probable que se dé la reunión el domingo en la tarde, aún no está confirmada, pero es la información que tenemos hasta este momento”, indicó hoy a Efe el secretario adjunto de la plataforma opositora MUD, Ramón José Medina, coordinador de la comisión que participa en el diálogo.
La Cancillería brasileña indicó que se va a definir “oportunamente” una nueva fecha para esa reunión, inicialmente prevista para hoy.
La plataforma opositora espera que sean los cancilleres y el nuncio quienes rescaten el diálogo, que atraviesa su peor momento poco más de un mes después de ser lanzado para tratar de superar la crisis abierta con las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro que comenzaron en febrero.
“En vista de que el canciller Figueiredo no podía venir hoy y el canciller Patiño no podía el lunes, se escogió el domingo porque estarían los tres cancilleres y el nuncio, que para nosotros es indispensable”, explicó Medina.
La oposición anunció el martes su decisión de dejar en suspenso el diálogo hasta que el Gobierno tuviera “gestos” que reflejara con acciones los acuerdos alcanzados en el diálogo.
El presidente del partido socialcristiano Copei, Roberto Enríquez, miembro de la comisión de la MUD que participa en el diálogo, indicó ayer a Efe que se reunirán con los cancilleres “para informarles lo que ha estado pasando con la falta de cumplimiento de acuerdos” y esperando que los cancilleres “vean si pueden desatrancar esto”.
Maduro reaccionó el mismo martes manifestando que él no dejaría las conversaciones y que esperaba que la MUD tampoco lo hiciera.
“Hay muchas presiones para destruir los niveles básicos de diálogo que tenemos con la oposición política. Yo no me voy a parar de la mesa de diálogo, espero que ellos tampoco se paren”, dijo el mandatario en esa oportunidad.
El Gobierno no ha hecho comentarios desde el martes sobre la posible visita de los cancilleres y una eventual reunión con ellos.
Venezuela vivió hoy una jornada de mayor calma tras los incidentes ocurridos ayer al término de una manifestación de estudiantes, que dejaron más de un centenar de detenidos en el municipio de Chacao, en el este de Caracas.
Sin embargo, en Chacao un grupo de personas no identificadas incendió hoy un vehículo policial sin que se registraran heridos.
La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, informó que la marcha del miércoles, que exigía la liberación de estudiantes detenidos en manifestaciones realizadas en días pasados, terminó con 105 jóvenes aprehendidos, de los cuales 79 continúan arrestados.
Ortega además indicó que desde que se iniciaron las protestas antigubernamentales en Venezuela el pasado 12 de febrero, la Fiscalía ha abierto 160 investigaciones por casos de presuntas violaciones de los derechos humanos.
Paralelamente, siguen repitiéndose las reacciones fuera de Venezuela sobre la situación en este país.
El director regional de la organización Crisis Group, Javier Ciurlizza, dijo hoy a Efe que la suspensión del viaje de los cancilleres de la Unasur a Caracas para apoyar el diálogo Gobierno-oposición revela “la gravedad de la situación” en Venezuela y pidió redoblar esfuerzos para buscar una salida a la crisis.
“El anuncio del secretario general de la MUD sobre el inminente congelamiento del diálogo iniciado con el Gobierno (…) se suma a otros factores que vuelven a poner sobre la mesa la crítica situación política de Venezuela”, dijo a Efe Ciurlizza.
EFE