El exestratega de campaña del presidente colombiano Juan Manuel Santos, el venezolano Juan José Rendón, señalado de recibir dinero de narcotraficantes, afirmó que las acusaciones en su contra son “tonterías”, antes de declarar este lunes ante un fiscal en el consulado colombiano en Miami.
“Yo no tengo miedo porque el que tiene la verdad no tiene miedo”, dijo a periodistas Rendón, quien renunció a principios de mayo como asesor de la campaña de Santos, candidato a la reelección en los comicios del domingo.
“Voy a hablar de todo lo que la Fiscalía me requiera, con soportes en la mano, con todos los elementos probatorios para mi defensa y para mi inocencia”, señaló.
Según el testimonio de un narcotraficante sometido a la justicia de Estados Unidos, el polémico estratega recibió 12 millones de dólares para que le entregara a Santos una propuesta para la rendición de capos de la mafia, iniciativa que nunca se concretó según el gobierno.
Rendón rechazó los señalamientos pero renunció para no entorpecer la campaña de Santos.
El expresidente colombiano Álvaro Uribe denunció también que Rendón dio 2 millones de dólares a la campaña que llevó a Santos a la presidencia en 2010, que provendrían de narcotraficantes.
“Andan hablando muchas tonterías hace mas de dos semanas”, respondió el estratega, al retar al exmandatario a presentar pruebas.
Pese a rendir declaraciones en el consulado de Miami, descartó tener miedo de ir a Colombia y dijo confiar “totalmente” en la justicia de ese país.
“Yo no tengo nada que hacer en Colombia. Yo fui porque tenía un contrato, yo renuncié a él”, explicó.
Rendón insistió en que detrás de los ataques en su contra estaría el gobierno venezolano, de quien es fiero crítico.
El asesor es prófugo de la justicia venezolana por delitos sexuales que él niega.
El presidente Santos y el candidato uribista, Óscar Iván Zuluaga, llegan a la primera vuelta del domingo en un empate técnico según encuestas, que los llevaría a un balotaje en junio, tras una campaña que estuvo marcada en las últimas semanas por escándalos y guerra sucia. AFP