Es cada vez más arduo encontrar un pasaje para salir del país. Implica pasar horas al computador o cancelar para un traslado hacia Sudamérica lo que antes equivalía hasta Europa. Un informe de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (Alav) -elaborado en base a las operaciones del pasado 20 de mayo- revela por qué viajar se volvió tan difícil para el venezolano. laverdad.com / Luzmila Mejía Smith
Entre las aerolíneas americanas y europeas se contabiliza que la reducción de sus operaciones en el país alcanza un 70 por ciento. Las primeras, según el documento, mermaron en 40 por ciento su operatividad desde diciembre de 2013. De 11 que vuelan desde y hacia Venezuela, 10 disminuyeron sus frecuencias y asientos disponibles para el mercado nacional.
Tiara, de Aruba, redujo un 85 por ciento por falta de pago; mientras que Avianca, de Colombia, en 66. La última aerolínea anunció una reorganización de sus operaciones en Venezuela que implicaban la utilización de unidades más pequeñas para el transporte de pasajeros traducidos en una reducción de 36 por ciento de disponibilidad de asientos hacia Lima, Perú. Además recortó sus frecuencias entre Bogotá y Caracas a un vuelo diario, y suspendió el destino desde Valencia.
Copa Airlines de Panamá disminuyó en 45 por ciento sus operaciones, y se extenderán a partir del 2 de junio. Los vuelos se mantendrán con aviones más pequeños por lo que pasarán de transportar a dos mil 604 pasajeros a dos mil 58, un 21 por ciento menos. Igual ocurrirá con los ofrecidos a Bogotá y Medellín donde se registrarán 630 asientos menos en el primero, y solo 106 en el segundo cuando antes se ofrecían 742.
El informe de la Alav refleja un similar panorama para las empresas aeronáuticas europeas. Las que viajaban al país menguaron sus operaciones en 30 por ciento. Lufthansa, antes de anunciar la suspensión, había disminuido en 49 por ciento su oferta. Pasó de vender mil 547 asientos semanal a mil 105. La siguen Air Europa con una disminución de 43, Iberia con 31 y Air France con 26 menos que en 2013.
En los últimos 11 años la reducción de las frecuencias y asientos se ubicó entre 15 y 78 por ciento debido a la deuda de cuatro millardos de dólares que el Gobierno nacional sostiene por los pasajes vendidos, según denunció la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). La aerolínea Gol de Brasil es la única en incrementar sus viajes y disponibilidad a un 58 por ciento.
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