Las venganzas secretas de Jackie a John Kennedy por sus engaños

Las venganzas secretas de Jackie a John Kennedy por sus engaños

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Su relación con John F. Kennedy, que gobernó el país entre 1961 y 1963, hasta su asesinato, nunca fue fácil.Gore Vidal, amigo íntimo de Jackie, contó en sus memorias que los dos eran personas muy sexuales, y que, de alguna manera, competían más de lo que se complementaban, publica Infobae.

Jackie tuvo una agitada vida nocturna desde la adolescencia. Principalmente desde que se instaló en París para estudiar en La Soborna, era muy frecuente verla todas las noches con un hombre distinto.





“La virginidad era algo de lo que quería librarse lo más rápido posible. Si mis cálculos son correctos, se acostó con al menos cinco hombres antes de casarse con Kennedy”, dijo alguna vez Truman Capote. El famoso escritor, amante de los chismes, era amigo de la ex primera dama.

Estas y otras infidencias fueron recopiladas en una nueva autobiografía: Jacqueline Kennedy Onassis: A Life Beyond Her Wildest Dreams (Jacqueline Kennedy Onassis: una vida más allá de sus sueños alocados), escrito por Darwin Porter y Danforth Prince. Será publicado por Blood Moon Productions el próximo 7 de junio.

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El matrimonio se concretó en 1953. Al principio fueron felices, y ella se refería a él como “el amor de su vida”. Pero a medida que JFK escalaba en la política estadounidense, la relación se complicaba. Todo cambió el 20 de enero de 1961, cuando él asumió la presidencia.

Las infidelidades de Kennedy comenzaron a ser cada vez más frecuentes. El affaire con Marilyn Monroe fue sólo el más famoso de una larga lista.

Jackie estuvo al tanto de las “debilidades” de su esposo desde el comienzo. Y ella, tan “débil” como él, no estaba dispuesta a quedarse sentada en su casa mientras el otro la engañaba.

Uno de sus primeros amoríos, en retribución por alguna de las infidelidades de JFK, fue con William Holden, el famosos actor. Sin embargo, no podía ocultar cuánto la lastimaban los constantes engaños de su esposo.

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Su vida sexual juntos no era para nada satisfactoria. “Sabía que las mujeres no lo consideraban un gran amante. Realmente no lo era. Quería algo rápido para volver al teléfono a hablar con algún político. Cuando teníamos sexo, él inmediatamente se daba vuelta y se dormía. Entonces yo me quedaba escuchando sus ronquidos, casi llorando por mi falta de satisfaccióncomo mujer”, confesaba a sus íntimos.

Este padecimiento cotidiano la llevó a una creciente depresión. Y una noche de 1957 todo estalló. Cuando Kennedy regresó a la casa tras una larga noche de parranda, Jackie lo esperó despierta, completamente ebria, y comenzó a increparlo.

La pelea fue saliéndose de control, hasta que ella salió corriendo a la calle, semidesnuda y gritando. Él la fue a buscar y la trajo de vuelta a la fuerza. Entonces llamó a una ambulancia e hizo que la internaran.

Pasó una semana en un manicomio, sometida a repetidas sesiones de electroshock. Cuando regresó a su casa, empezó a considerar la posibilidad de suicidarse.

Pero en noviembre de 1957 dio a luz a su primer hijo, y las cosas empezaron a cambiar. La relación con JFK no mejoró, pero al menos ella recobró la alegría.

Tres años después llegó el segundo. Ella repartía su tiempo entre el cuidado de los niños y sus aventuras con distintos hombres.

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Tras el asesinato de JFK, el 22 de noviembre de 1963, dos de sus nuevos amantes empezaron a ser Robert “Bob” Kennedy y Edward “Ted” Kennedy, hermanos del difunto presidente. El clan familiar hizo todo lo posible para que estas escandalosas relaciones no se hicieran públicas, pero no lo lograron.

“Estoy enamorada de dos hombres al mismo tiempo, Bobby y Teddy”, le dijo Jackie a Capote cuando Bob anunció su candidatura a presidente. Pero en 1968 fue asesinado, lo que le abrió las puertas a Ted.

Según los autores, Ted estuvo al lado de Jackie en cada una de sus crisis, y se convirtió en el hombre con el que ella podía contar.

“Siempre estuve enamorado de Jackie, desde el comienzo. Cuando Jack (JFK) murió, sabía que también estaba viendo a Bobby, pero eso no me detuvo”, contó Ted en privado.

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Pero no se quedó sólo con la familia Kennedy. Las estrellas de Hollywood también fueron una debilidad para ella. Según el libro, pasó por la cama de Marlon Brando, Paul Newman, Warren Beatty, Gregory Peck y Frank Sinatra, entre otras celebridades.

En un borrador de su autobiografía, publicada en 1999, Brando contó detalladamente algunos de sus encuentros con la ex primera dama transcurridos en 1964, sólo un año después del asesinato de Kennedy.

“Ella esperaba que yo la llevara a la cama -escribió el actor-, pero como yo no hacía nada, tomó el asunto en sus propias manos y me hizo la pregunta mágica: ‘¿Quieres pasar la noche conmigo?’. ‘Pensé que nunca me lo preguntarías’, le contesté”.

Más tarde llegó el turno de Newman, con quien pasó una noche de lujuria en un hotel. “Fue algo increíble. Paul y Jack tenían un pene idéntico. Fue como ser seducida por mi esposo otra vez. Escalofriante”, le confesó a Capote.

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En 1968 apareció en su vida un nuevo pretendiente, uno mucho más poderoso que cualquier otro: el magnate griego Aristóteles Onassis. Tras una breve relación, durante la cual mantuvo sus encuentros sexuales con Bob y Ted, se casaron ese mismo año.

En 1975 enviudó nuevamente y ya no volvió a casarse. Sin embargo, hasta su muerte, en 1994, estuvo rodeada de hombres. Algunos amigos y nada más. Otros, apasionados amantes.