El gobierno de Barack Obama defendió el domingo su decisión de permitir que cinco talibanes detenidos en la base de Guantánamo fueran transferidos a Catar a cambio de la liberación de un soldado estadounidense en Afganistán, aduciendo que la salud del militar se estaba deteriorando y el tiempo se estaba acabando.
Legisladores de la oposición republicana criticaron fuertemente la medida tomada para facilitar la liberación del sargento Bowe Bergdahl, capturado hace casi cinco años, sosteniendo que sienta un mal precedente y pone en peligro a los soldados estadounidenses en Afganistán.
Algunos de ellos señalaron incluso que el gobierno puede haber infringido la ley al no haber notificado al Congreso 30 días antes que los detenidos de Guantánamo iban a ser transferidos.
La asesora en seguridad nacional de Obama, Susan Rice, justificó la decisión del Ejecutivo al afirmar que la salud de Bergdahl se estaba deteriorando y no quedaba otra opción que esa para lograr el regreso a casa del soldado de 28 años.
“Cuando estamos en guerra con terroristas y los terroristas se llevan preso a un estadounidense, ese prisionero o esa prisionera sigue siendo un militar estadounidense, y tenemos la obligación de lograr su regreso”, dijo Rice a la cadena CNN.
El hecho de que fueran talibanes los que tenían cautivo a Bergdahl “no disminuía esa obligación de traerlo de vuelta”, agregó.
“No negociamos con terroristas”, dijo a su vez el secretario de Defensa Chuck Hagel desde la base aérea de Bagram, en Afganistán. “Probablemente (Bergdahl) vivió un infierno durante cinco años”, dijo en declaraciones a la cadena NBC.
El militar “había perdido mucho peso y estábamos muy preocupados. (…) Debíamos actuar cuando se nos presentara la oportunidad”, señaló Rice.
Respecto a la notificación al Congreso, la asesora comentó que “la urgencia aguda” de actuar en función del estado de salud del joven soldado hizo que no se considerara necesario atenerse al requisito de comunicar la medida al órgano legislativo con 30 días de anticipación.
Haberse atenido a ese requisito “hubiera significado la posibilidad de perder la oportunidad de traerlo de regreso sano y salvo”.
El canje del soldado estadounidense por los cinco talibanes afganos se logró tras la mediación del gobierno de Catar.
Rice se negó a proporcionar detalles acerca de las medidas de seguridad acordadas con Catar respecto a los cinco talibanes afganos, limitándose a señalar que sus movimientos y actividades se verán restringidos.