El Mundial en Brasil empieza en 10 días y a algunos estadios le faltan sillas. Lo que sobra, sí, son las protestas anunciadas durante los partidos, además de preocupaciones por la seguridad y hasta por el mosquito del dengue.
Moises Avila/AFP
Huelgas con reivindicaciones laborales que paralizan el transporte en grandes ciudades como Sao Paulo y Rio de Janeiro y amenazas de paralización de la policía que amenazan la seguridad de la Copa han sido la tónica en estos últimos días.
Hasta las comunidades indígenas brasileñas han protestado en el contexto Copa, exigiendo en Brasilia la demarcación de sus tierras ancestrales munidos de arcos y flechas.
Y aunque en el país se respira un ánimo más festivo al acercarse el 12 de junio, fecha de inicio del torneo, muchos señalan que no iguala el clima que en general precede a los mundiales de fútbol.
Tras la consigna “Nao Vai ter Copa” (No habrá Copa) que ha acompañado las protestas sobre excesivos gastos en el Mundial, algunos manifestantes han preferido preguntarse ahora: “Copa para quem?” (Para quién es la Copa?)”, en un discurso menos radical.
“Te estoy viendo. Escribes en el Facebook que no habrá Copa, pero ya te pusiste de acuerdo para hacer una parrilla con tus amigos el día del juego”, dice un mensaje que circula en las redes sociales con la fotografía de la presidenta Dilma Rousseff.
La mandataria tiene previsto reunirse este lunes con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
– ¿Dónde me siento? –
El estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, que recibirá la inauguración del Mundial el 12 de junio, tuvo su segundo evento test el domingo, pero aún no está listo. Una de las tribunas provisionales de 10.000 asientos está sin terminar y la otra solo pudo ser probada a mitad de la capacidad en el segundo y último test del estadio realizado el domingo, por orden de los bomberos.
En tanto, el propio secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, posteó en Twitter la semana pasada una foto del estadio Arena das Dunas, en Natal (noreste), ya inaugurado pero con las tribunas a medio colocar, y dijo que se corría “una carrera contrarreloj”.
También están inacabados los estadios de Curitiba, Cuiabá y Porto Alegre, aunque a diferentes niveles. Se suponía que todos debían estar listos el 31 de diciembre de 2013.
– Sin selfies –
Algunos estadios tampoco tienen repetidoras de señal de celular, lo que podría saturar las líneas. En algunos habrá wi-fi, pero quien quiera publicar un ‘selfie’ durante el juego, probablemente deba esperar a volver al hotel.
Ronaldo, exastro de la selección y miembro del Comité Organizador Local (COL), admitió que sólo el 30% de la infraestructura prometida para el Mundial será entregada.
Pese a que Brasil fue elegida sede de la Copa en 2007, muchos trabajos ocurren sobre la hora. Uno de los principales dolores de cabeza ha sido la remodelación de los aeropuertos, muchos colapsados y obsoletos, aunque Rousseff ha dicho que están preparados. Parte del techo de un baño en el aeropuerto de Manaos (norte), sin embargo, se derrumbó en mayo a raíz de fuertes lluvias.
– “Métanles palo” –
También dijo Ronaldo: El pueblo tiene derecho a protestar “pero a los vándalos, métanles palo y deténganlos”.
Muchas de las protestas contra el Mundial han terminado en violencia y enfrentamientos. En las últimas semanas, han atraído a muy pocas personas, pero su concurrencia puede aumentar durante el torneo. En junio de 2013, un millón de personas salió a las calles a protestar.
Un total de 157.000 policías y militares estarán a cargo de la seguridad, y serán estos últimos quienes custodiarán los centros de entrenamiento, hoteles y desplazamientos de las 32 selecciones, luego de un incidente con el bus de la selección de Brasil, cercado por una manifestación que demoró su salida.
Rousseff, que busca la reelección en los comicios generales de octubre, corre como favorita, pero con altibajos. Para analistas, elecciones y Mundial no están necesariamente ligados, pero no caería mal un triunfo para capitalizarlo.
– Fantasmas y mosquitos –
La selección brasileña ya entrena en la Granja Comary de Teresópolis, a 90 km de Rio de Janeiro. Esta semana juega sus últimos amistosos contra Panamá y Serbia. Es favorita pero está sometida a presión.
Pentacampeona, además de buscar su sexta estrella en casa debe derrotar también al fantasma de 1950, ese que se instaló cuando Uruguay le arrebató el título en pleno Maracaná.
“A ese fantasma sólo vamos a eliminarlo con una victoria en casa. Si no ganamos este Mundial, el fantasma de 1950 se transformará en el de 2014 y nos va a penar hasta que tengamos una nueva Copa del Mundo aquí”, dijo Cafú, dos veces campeón del mundo (1998 y 2002) y último capitán de Brasil en alzar el trofeo, en una entrevista con la AFP.
Mientras tanto, algo más real amenaza en Campinas (Sao Paulo) al Portugal de Cristiano Ronaldo y a Nigeria, que se alojarán allí: el dengue.
Si bien se ha fumigado y la temporada es desfavorable para la proliferación del mosquito causante de esta especie de gripe tropical, probablemente CR7 prefiera dormir con la ventana cerrada.