El arranque del año fue decepcionante. La severidad del invierno en EE UU, la inestabilidad geopolítica por Ucrania y, sobre todo, la moderación del crecimiento en China obligan ahora a revisar a la baja las previsiones de crecimiento para el conjunto de los países en desarrollo. El Banco Mundial, en su último informe, calcula que la expansión será este año del 4,8%, medio punto porcentual menos de lo previsto hace seis meses. América Latina crecerá al 1,9%, un punto menos, así lo informó El País.
Sandro Pozzi / El País
La misma valoración de “deficiente” es la que emplean los expertos de la institución para hablar de Brasil, México, Perú y Argentina cuando se fija en el rendimiento de estos países en el primer trimestre. La economía brasileña, la mayor del continente, crecerá este año un tímido 1,5% del producto interior bruto, frente al 2,3% que se vio el año pasado. Es también menos de lo esperado.
Brasil es vulnerable por la combinación de alta inflación, la caída de la demanda y su déficit exterior. En el caso mexicano, juega en contra el alza de impuestos y eso mermará su crecimiento al 2,3%. Es el doble que en 2013 pero sigue prácticamente a la mitad de camino cuando se compara con el 4% de 2012. Argentina, por su parte, se estancará tras crecer un 3% el pasado ejercicio.
La economía venezolana también se estancará en 2014, tras crecer un tímido 1,3% en 2013. Perú, que el pasado ejercicio tuvo un espectacular crecimiento del 5,8%, lo modera al 4%. Una desaceleración similar se observa en Panamá, del 8% al 6,8%. Colombia seguirá la tendencia inversa, al acelerar su crecimiento del 4,3% el pasado año al 4,6% el presente.
El mensaje es que los países en desarrollo “deben prepararse para un año de magro crecimiento”, porque se retrasa el esperado repunte. Este ejercicio, por tanto, será el tercer año consecutivo en el que estos países que hacen de locomotora de la economía global crezcan por debajo del 5%. Como señala Jim Yong Kim, presidente del organismo, es una tasa “excesivamente modesta”.
En su caso, cree que este ritmo es insuficiente para crear el tipo de empleo que se necesita para hacer frente al reto de la pobreza extrema. Junto a los factores que hacen de lastre, lamenta el “lento avance” en las reformas estructurales. “Claramente, los países deben avanzar más rápido e invertir más para lograr que el crecimiento económico llegue a los niveles que lo necesitan”, concluyó.
Para América Latina en concreto, lo que más preocupa al Banco Mundial es que la región se acostumbre a crecer por debajo del 3%. Por eso se insiste en que estos países deben potenciar la productividad interna como vía para sostener un ritmo de crecimiento sólido. “Es necesario prevenir que un crecimiento mediocre se convierta en la nueva normalidad”, repiten los relatores.
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