Italia se llevó Parmesano, aceite de oliva y prosciutto. Estados Unidos trajo avena, Cheerios, mantequilla de maní y salsa A1 para carne.
La selección mexicana, por supuesto, requería un poco más de picante. El Tri viajó con los ingredientes necesarios para pozole, así como chiles, chipotle y nopales.
Cuando se trata de la comida de la Copa del Mundo, los equipos no están dispuestos a dejar nada al azar. Esperan que sus jugadores tengan una nutrición de primera, y también quieren que disfruten de algunos platos preferidos para que sientan cómodos y estén al máximo cuando llegue la hora de jugar.
Para los Azzurri, la atención a lo culinario no es nada nuevo. Los italianos son muy exigentes con la pasta.
“La pasta es nuestro combustible preferido, y antes de los partidos jugamos con la tricolor: pasta (blanco), tomate (rojo) y aceite de oliva virgen extra (verde)”, explicó la nutricionista del equipo, Elisabetta Orsi, aludiendo a los colores de la bandera italiana.
Para Inglaterra, el kétchup vuelve a estar en el menú aceptado por el técnico Roy Hodgson, después de que su predecesor, Fabio Capello, prohibiera esta salsa.
Con sus nuevos seleccionadores, Italia y Estados Unidos han redoblado el énfasis en la nutrición, y cada uno planifica cuidadosamente las comidas con la asesoría y dirección de un dietista o nutricionista y un chef. En el caso de Italia, incluso el personal médico puede ofrecer ideas al conocido equipo del cocinero Claudio Silvestri, que tiene sus propios anuncios de televisión.
Y mientras que los estadounidenses tuvieron un cocinero con ellos en Sudáfrica hace cuatro años, esta es la primera vez que el chef ha formado parte de la preparación del torneo.
“El nivel al que queremos llevar esto va a ser tan alto como podamos, porque nunca sabemos qué puede ser ese 1 por ciento que nos da el campeonato”, comentó el cocinero Bryson Billapando. AP