La vida las golpeó con fuerza hace unos meses. Patricia Ceballos y Rosa Scarano vieron cómo sus maridos, los alcaldes opositores de San Cristóbal y San Diego, eran sentenciados a 12 y 10 meses de prisión respectivamente por haberse supuestamente negado a retirar las barricadas de las calles en medio de las protestas contra el régimen de Maduro. elmundo.es
Pero en lugar de refugiarse en sus casas y esperar a que la tormenta pasara, Patricia y Rosa decidieron plantar cara al chavismo y se presentaron a las elecciones para ocupar el sillón que, a su juicio, el Gobierno había arrebatado injustamente a sus maridos.
Las urnas hablaron y otorgaron un rotundo triunfo a ambas mujeres, hoy convertidas en alcaldesas de San Cristóbal y San Diego. “El pueblo habló y mostró un gran compromiso con su alcalde ilegítimamente destituido. Manifestaron su descontento y exigieron justicia, aunque ellos ya la habían hecho con sus votos”, asegura Patricia, esposa de Daniel Ceballos, en una conversación telefónica con EL MUNDO.
“Golpe de Estado a la soberanía popular”
Esta joven ingeniera nunca se imaginó ganando unas elecciones con un 73,2% de los votos y ocupando la Alcaldía del bastión opositor de San Cristóbal (estado Táchira), pero tras el encarcelamiento de su marido pensó que debía “continuar con su proyecto”. “Daniel es inocente”, afirma tajante, “ha sido acusado de no acatar una orden judicial y de rebelión civil y agavillamiento, pero no se ha presentado ninguna prueba en su contra, más que testimonios de personas que, dicen, que él llamó a la rebelión y al alzamiento; pero no existe ninguna grabación para sostener esa acusación”, explica.
Patricia no tiene fe en la justicia venezolana, la perdió hace tiempo; pero sí la tiene en el pueblo de San Cristóbal que “ha respondido con más democracia a más dictadura”. “La decisión del Tribunal Supremo fue un golpe de Estado a la soberanía popular, pero ahora esa soberanía se ha restituido. El pueblo ha mostrado que se mantiene fuerte y unido por el cambio y que sigue siendo un bastión de la democracia”, sostiene.
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