El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, espera concluir este año las negociaciones con las FARC, aunque el camino será arduo porque deberá definirse hasta qué punto pueden sacrificarse los reclamos de justicia en aras de la paz. AFP
“Aspiro a que este año podamos lograr terminar este proceso”, dijo Santos, reelecto el domingo pasado, en una entrevista publicada este miércoles por el diario español El País.
“Aspiro a eso, no estoy poniendo una fecha límite”, aclaró el mandatario, que derrotó en la segunda vuelta al derechista Óscar Iván Zuluaga, opuesto a las conversaciones con la guerrilla marxista, iniciadas hace tres años.
Las negociaciones se desarollan en La Habana, sin alto el fuego en el terreno. Pero ello no ha impedido alcanzar consensos en tres de sus cinco grandes temas (reforma rural, participación política y drogas ilícitas).
Los otros temas pendientes para poner fin a cinco décadas de conflicto interno son la agenda del abandono de las armas y el mecanismo de refrendación de un acuerdo global.
Pero para ello, el mandatario deberá convencer a los ciudadanos, y sobre todo a las víctimas de la violencia, de los méritos de la paz.
“Ahora entra a jugar el derecho de las víctimas, una comisión de la verdad que establezca qué pasó”, dijo el presidente en su entrevista con El País.
“Y la justicia, qué tanta justicia se sacrifica en aras de conseguir la paz. Esa es la esencia del problema. Aspiro a que encontremos un término razonable para el pueblo colombiano, que al final es el que va aceptar esto”, destacó.
Consideró por ello “importantisimo” que las FARC hayan reconocido la existencia de un derecho de las víctimas de sus acciones guerrilleras.
“Uno de los escollos [de las negociaciones] era que hasta ahora se consideraban ellas víctimas, y no victimarios. Pero eso ya evolucionó cuando, hace 10 días, se dio el reconocimiento de las víctimas por parte de las FARC. Es un paso importantísimo en la solución del conflicto”, afirmó.