Unos 200 manifestantes disputaron el jueves un “partido de la protesta” contra la Copa del Mundo en las inmediaciones del estadio mundialista de Brasilia, justo cuando se disputaba el juego Colombia-Costa de Marfil. AFP
Rodeados por centenas de policías distribuidos en sucesivos cordones para proteger el acceso al estadio, incluida la guardia montada y fuerzas especiales, los manifestantes crearon un campo de fútbol con telas verdes y porterías de caños plásticos.
“Policía, detén a los de la Fifa, no a nosotros” y “policía, deja las armas y ven a jugar”, gritaban con futbolísticos silbatos y animados ritmos de tambores.
Con camisetas que decían “Copa para Quién”, o “La salud ganó 0” con el Mundial, los manifestantes jugaron al fútbol.
En las porterías colocaron carteles con feas caricaturas de los jerarcas de la FIFA y el símbolo del dólar, y los manifestantes gritaban “Fifa, vuelve a Suiza”.
Un gran cartel lideró la marcha en el que podía leerse: “Bienvenido a la Copa de las manifestaciones” y otros que decían “Copa para quién”.
La Copa del Mundo animó grandes manifestaciones callejeras el año pasado en Brasil, muchas contra los millonarios gastos públicos en el evento, que los brasileños reclamaban para servicios públicos de salud, educación y transporte.
Con el inicio de la Copa, las protestas se han reducido sensiblemente.
Larissa Araujo, estudiante de 23 años, lamentó que solo unos pocos brasileños están saliendo a la calle a protestar durante el Mundial: “Mira cuanta policía, la gente tiene miedo de la represión, y tenemos que reconocerlo, a la gente le gusta el fútbol, quiere ver los partidos en su casa, pero el descontento existe, nosotros lo vemos en las redes sociales, muchos nos han apoyado”, dijo a la AFP.