Televisores en oficinas, supermercados, tiendas y escuelas, bancos con horario reducido y todo tipo de cábalas alimentaban el martes la tensa espera del partido de la selección uruguaya de fútbol con la de Italia, que dejará a uno de los equipos fuera de la Copa del Mundo. AFP
Desde primeras horas del día los montevideanos se apuraban para cumplir con sus tareas antes de las 13H00 (16H00 GMT), hora en la que la capital promete paralizarse.
“Pusimos televisores, espero que no entre nadie a esa hora”, comentó a la AFP, José, cajero de un supermercado.
El Banco de la República (BROU), el mayor banco público del país, abrirá sus oficinas una hora y media más tarde de lo habitual, a partir de las 15H30 (18H30 GMT).
Aunque varias oficinas públicas mantendrán su horario normal, algunas -como la comuna capitalina- autorizaron a sus funcionarios a llevar televisores para poder ver el partido en las oficinas.
Los diarios amanecieron con portadas con títulos como “Tras una hazaña celeste”, “A matar o morir” o “Todos somos uno”, mientras que El Observador propuso fabricarse una careta con el rostro del goleador Luis Suárez para usarlo en ‘selfies’ en las redes sociales.
En Facebook, los uruguayos inundaban sus perfiles con fotos de jugadores, cielos celestes o mensajes de aliento, al tiempo que en las oficinas se apuraban las apuestas de último momento sobre el resultado.
Las cábalas, muy populares en Uruguay cuando se trata de fútbol, estaban a la orden del día. “Cambié mi color de fondo del celular a celeste y me puse camisa celeste. Espero sea cábala suficiente”, comentaba un joven en Twitter, mientras una mujer sostenía “A todos los que fueron a San Pablo a ver el partido les pido que se queden hasta el partido contra Italia”.
Para los pocos que no acompañaban el fanatismo local, algunas tiendas ofrecían descuentos especiales a la hora del partido.