De nuevo Lionel Messi, con una gran actuación ante Nigeria, volvió a desnivelar la balanza a favor de Argentina, que ganó 2-3 con dos goles del delantero albiceleste para dejar a su equipo en el primer puesto del grupo F con pleno de victorias en los tres partidos de la fase de grupos. EFE
Messi ha confirmado que es el mesías de Argentina. Es el único de su equipo capaz de hacer algo distinto, de poner una marcha más a un juego plano de una selección que disipa cualquier duda con las actuaciones del jugador del Barcelona.
Con solo tres minutos de haber iniciado el juego, Messi recogió un rechace dentro del área tras un disparo de Ángel Di María que paró Vincent Enyeama para fusilar al portero que fue su pesadilla en el Mundial de Sudáfrica de 2010 (1-0).
Nigeria respondería enseguida. Ahmed Musa empató con un zapatazo esquinado que no pudo parar Sergio Romero (1-1).
Aunque Argentina dominó el resto de la primera parte, lo hizo sin ideas, con mucha espesura y muy romo. Tuvo que aparecer Messi, en el minuto 45, para hacer un golazo de falta que calmara a una selección que no está tranquila del todo. Algo falta, algo falla, no todo es lucidez (2-1).
Musa y Rojo marcan/strong>
Esa contundencia de la que adolece Argentina, con momentos de poca concentración, se demostró en el primer minuto de la reanudación con otra diana de Musa que volvió a subir el empate al marcador. En esta ocasión, fue el equipo de Sabella el que respondió al instante, con un gol de rebote de Marcos Rojo, que aprovechó un marcaje timorato de Nigeria en un córner para rematar sin querer con la rodilla una pelota que mandó a la red de Enyeama.
Entonces, Argentina tuvo una velocidad más con los africanos lanzados a por el empate. Pero ésta se acabó en cuanto Messi salió del campo a falta de algo más de 30 minutos. Sabella dio descanso a su estrella, que ya había hecho bastante en el tiempo que estuvo sobre el césped. Se marcho de él con dos goles con los que ya suma cuatro en el Mundial.
Nigeria murió con dignidad, acechando el área de Argentina y clasificándose para octavos de final gracias a la victoria de Bosnia sobre Irán.
Bosnia derrota a Irán y se va con la frente en alto
Bosnia-Herzegovina puso hoy fin a su primera aventura mundialista con una victoria sobre Irán por 3-1, la única en sus tres partidos en el grupo F, pero se quedó con un mal sabor de boca ya que dos de sus referentes, Edin Dzeko y Miralem Pjanic, se acordaron de anotar goles el día de la despedida.
Cuando todo parecía concluido, en apenas un minuto, los 48.011 asistentes al estadio Fonte Nova vivió dos ráfagas de emoción. Reza Ghoochannejad descontó a los 82 minutos pero la alegría de Irán duró sesenta segundo con el tanto de Avdija Vrsajevic.
La selección de Irán había llegado a su última cita en Salvador dispuesta a hacer el partido de su vida para llevarse los tres puntos y esperar la ayuda de Argentina en el partido que a la misma hora jugaba con Nigeria.
La Albiceleste hizo sus deberes pero los Príncipes Persas se quedaron en puro deseo frente al equipo Dragón.
La historia no pesó esta vez del lado de los iraníes, que en cinco encuentros pasados con los bosnios habían ganado cuatro partidos y empatado el otro.