Para el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) la cifra es aún más preocupante: los profesionales de medios agredidos son 174, publica Infobae.
“Este es el peor año en mucho tiempo, más agresiones que en tiempos electorales cuando sabemos que debido a la polarización los periodistas han quedado en medio de la confrontación. Cada agresión contra un trabajador de un medio es una agresión a la libertad de expresión“, dijo Marco Ruiz, secretario general del SNTP, consultado por El Nacional.
Los ataques contra la integridad física de los periodistas sólo son la cara más visible y extrema de una embestida total contra la libertad de prensa iniciada por Hugo Chávez y continuada por Nicolás Maduro. Lo que comenzó con la Ley Resorte (de Responsabilidad Social en Radio y Televisión), que establece sanciones a los periodistas que hagan denuncias contra funcionarios, siguió con el cierre de los medios opositores, como RCTV.
En 2013 sumó una nueva estrategia: la compra de cadenas de televisión críticas, como Globovisión, por empresarios afines al Gobierno.
“Si bien es propio de cualquier economía abierta la compra de un medio, esas negociaciones han estado caracterizadas por cambios en las líneas editoriales, como ocurrió en Globovisión, Últimas Noticias y varios diarios del interior”, señaló Marianela Balbi, directora del IPYS.
“Los medios comprados están rendidos a intereses político partidistas. Ha significado una enorme presión para los trabajadores y también se dio la pérdida de más de 200 puestos de trabajo“, dijo Ruiz.
En 2014, se pasó a una nueva instancia: el estrangulamiento de los periódicos al negarles los dólares que necesitan para importar papel. Uno de los casos más emblemáticos fue el del diario El Nacional, uno de los mayores del país y ferviente opositor al régimen chavista.
En enero de este año debió reducir la cantidad de páginas en un 40% (de 28 folios a 16). El periódico tomó esta medida para no consumir sus provisiones y, así, evitar el cierre técnico.
También redujo el tiraje de lunes a sábado, que estaba en unos 85.000 ejemplares, y decidió mantener la circulación de los domingos, que es 240.000 ejemplares.
Pero la amenaza también golpeó a otros periódicos, como El Impulso, que redujo de cuatro a un solo cuerpo. La misma suerte corrió El Correo del Caroní, que pasó de imprimir 32 páginas a 8; y El Oriental, del Estado Monagas (noreste).
De acuerdo con datos del IPYS, los otros diarios que tuvieron que eliminar el número de páginas son: La Nación, de Táchira (centro), que pasó de imprimir 36 folios a 16; y La Noticia y La Prensa, de Barinas (norte), que redujeron de 28 a 20.
Según consigna El Tiempo, esta arremetida del Gobierno contra la prensa opositora podría terminar afectando a más de cien periódicos. De esa manera, quedarían sin empleo unas 30.000 personas.
Pero lo más graves es que al menos cinco diarios debieron detener su circulación en el último año, por la imposibilidad de acceder a las divisas para comprar papel de impresión. Son: El Diario de Sucre, que tenía 27 años de existencia; Antorcha, de 59 años; El Sol de Maturín, de 43 años; El Guayanés, de 20 años; y Notidiario, de 28 años.