Todavía sorprendido por la dureza de la sanción aplicada por la FIFA contra el futbolista Luis Suárez, Uruguay cargó el viernes contra el organismo internacional, al que acusó de falta de transparencia y de resolver un fallo que será “una eterna vergüenza” para los Mundiales. AFP
“No puede entenderse la forma, los procedimientos aplicados” por la FIFA para sancionar a Suárez, castigado por morder a un rival durante un choque contra Italia en la Copa del Mundo, indicó el viernes el presidente José Mujica en su audición radial “Habla el presidente”.
“Por la forma que se transforma en un contenido peyorativo de desprecio, de aplastamiento, creo que va a ser inolvidable, quedará en la peor memoria de la historia del fútbol. Va a ser una eterna vergüenza de la memoria de los Mundiales”, subrayó el mandatario, un exguerrillero que desde que comenzó la investigación del máximo órgano rector del fútbol salió en respaldo al jugador.
Según el presidente, la resolución “tiene un tufillo clasista”. “Y nosotros, Uruguay, somos chicos. ¿Qué incidencia pueden tener los derechos de televisación del Mundial en Uruguay?”, se preguntó en declaraciones a La República.
El ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro fue más allá al afirmar a periodistas que “hay poderosos intereses detrás del fútbol, intereses monetarios muy grandes” y recordar que la FIFA está “denunciada por todo el escándalo relativo al mundial de Qatar, que es público y notorio”.
Por su parte, el director nacional de Deportes Ernesto Irureta indicó que la FIFA “es un organismo que tampoco se caracteriza, por lo menos a la luz de las numerosas denuncias de las que ha sido objeto, por su cristalinidad en otros ámbitos de actuación”.
“No he visto que la FIFA diera paso a una investigación interna para que se conozcan los estados de cuenta bancarios de cada uno de los integrantes de ese organismo”, señaló a El País.
– El regreso –
El máximo goleador de la Celeste y de la Premier League regresó a Uruguay en un vuelo privado en la madrugada del miércoles y desde entonces permanece, sin salir ni realizar declaraciones, en la casa de su madre, en el departamento de Canelones (sur), donde simpatizantes pasaban tocando el claxón para manifestarle su apoyo.
Algunos centenares se habían acercado espontáneamente al aeropuerto en la noche del jueves, para darle la bienvenida con banderas de aliento o carteles como “Luis, todo Uruguay está contigo” o “FIFA corrupta. Luisito te bancamos”. Pero ante la demora del vuelo fueron retirándose del lugar.
La FIFA suspendió a Suárez por nueve partidos oficiales y cuatro meses de cualquier actividad vinculada al fútbol por haber mordido el martes al italiano Giorgio Chiellini en partido por la Copa del Mundo.
El jugador, idolatrado en un país que vive el fútbol como una religión, había vuelto a las canchas pocos días antes, ante Inglaterra, recuperado de una operación de meniscos que amenazó con dejarlo fuera del Mundial.
El castigo de la FIFA fue rechazado en forma casi unánime por dirigentes de todos los partidos políticos, periodistas deportivos locales y una gran proporción de uruguayos, que sin cuestionar que el jugador mereciera una sanción por haber mordido -por tercera vez en su carrera- a un rival, consideraron desmedido impedir que Suárez esté con sus compañeros de equipo o siquiera ingrese a un estadio durante los cuatro meses que estará sancionado.
“Suárez quedó afuera de Brasil 2014. Lo estaban esperando. Se equivocó, la prensa internacional ejerció su presión y a la FIFA no le costó nada rematarlo”, señaló el viernes El Observador, mientras que el diario El País indicó en su editorial que pese a no creer que el jugador sea inocente la decisión de la FIFA de abrir un expediente de oficio “huele mucho a cinismo e hipocresía”.
– Enfrentamientos con la Conmebol –
No es la primera vez que desde Uruguay parten acusaciones contra autoridades del fútbol.
En abril, el Consejo Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) renunció en pleno, tras diferencias con el gobierno sobre la seguridad en los estadios y luego de meses de cuestionamiento por parte de varios clubes, que consideraban blanda su postura ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para defender sus intereses.
Aunque la AUF eligió nuevas autoridades en menos de dos días, la Conmebol suspendió su participación política en el organismo, decisión que mantuvo por 45 días.
En diciembre de 2013, cerca de una decena de clubes habían presentado una denuncia penal contra la Conmebol por presuntas irregularidades en sus balances, lo que llevó al organismo a abrirles en abril pasado un expediente disciplinario.
Los clubes luego no ratificaron la denuncia, que siguió su curso porque la mantuvo la gremial de los jugadores locales.