Colombia asistió, en 2013, a una “reducción general” de los cultivos de coca en gran parte del país, pero a la vez a un gran crecimiento en las fronteras con Ecuador y Venezuela y a la sustitución de esa actividad por la minería ilegal en las zonas que tuvieron mayores caídas.
Esas son las conclusiones del informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc), que también indicó que el país se mantiene como segundo productor a nivel mundial de coca, por detrás de Perú y por delante de Bolivia.
Colombia cerró 2013 con una estimación de 48.000 hectáreas de coca cultivadas, las mismas que en 2012, pero lejos de las cifras registradas hace una década, cuando en 2001 el país contaba con más de 140.000 hectáreas sembradas.
Perú, el mayor productor, cerró con 49.800 hectáreas cultivadas en 2013 (60.400 en 2012), mientras que Bolivia, con 23.000 hectáreas, redujo en 2.300 su cifra del año anterior.
El informe de Unodc para Colombia reveló que hay una “reducción general” en la mayoría de los departamentos con presencia de esos cultivos ilícitos, pero a su vez un “fuerte incremento” entre los mayores productores: las regiones fronterizas con Ecuador (Nariño y Putumayo) y Venezuela (Catatumbo).
Nariño, que concentra el 27% de la producción a nivel nacional tuvo un incremento del 23% en 2013; Putumayo, con el 16% de los cultivos creció un 25%; mientras que Catatumbo, que tiene el 13% de las plantas sembradas de coca, también las aumentó en un 41 por ciento.
Todas estas zonas tienen una fuerte influencia de grupos armados ilegales, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que han sido vinculados con el negocio del narcotráfico.
Además, la ONU advirtió que el 14% de los cultivos ya están ubicados a menos de 10 kilómetros de la frontera con Ecuador, una zona en la que no hay fumigaciones químicas aéreas, como s?? pasa en las demás regiones, por un acuerdo alcanzado por los dos países tras una crisis diplomática.
Por otro lado, otras regiones que en el pasado fueron grandes productoras de coca vivieron importantes descensos, es el caso de Antioquia (-64%), Bolívar (-53%), Chocó (-52%) o Cauca (-23%).
Según el jefe de Unodc en Colombia, Bo Mathiasen, los descensos en estas zonas están relacionados “con acciones de consolidación” por parte del Estado (erradicación manual y fumigaciones), pero también por el “incremento de la minería”.
“Existen fuertes evidencias de que los territorios continúan siendo vulnerables a fenómenos de ilegalidad, particularmente asociados con la minería”, dice el informe.
Mathiasen destacó, además, que por segundo año consecutivo en el departamento de Cundinamarca, del que Bogotá es capital, no se registraron cultivos de coca, mientras que en otras nueve regiones de las 23 afectadas, el fenómeno afecta a pocas hectáreas, por lo que su erradicación total es factible a corto plazo.
Se trata de La Guajira (6 hectáreas), Caldas, (8), César (13), Boyacá (17), Magdalena (37), Arauca (69), Santander (77), Guainía (81) y Amazonas (110).
Las cifras presentadas en el informe reportan que el 82% de los cultivos se concentran en seis departamentos del país, y el 41% en tan solo diez municipios, por lo que se considera que el fenómeno vive un proceso de concentración.
Mientras los cultivos ilícitos se mantuvieron respecto al año anterior, la oferta potencial de cocaína se redujo de 488 toneladas en 2012 a 290 en 2013.
Unodc achaca esta reducción al rendimiento de los cultivos: la disminución en la capacidad de obtención de hoja por hectárea, el tamaño cada vez menor de los lotes y el menor uso de agroquímicos para el sostenimiento de las plantaciones, ya afectadas por plagas, el clima, enfermedades y la aspersión aérea.
Esta agencia de la ONU monitorea anualmente los cultivos de droga en una quincena de países del mundo como Perú, Bolivia, México o Laos, además de Colombia.
Vía Infobae