Fidel y Raúl Castro, Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos lideraron el movimiento cubano que provocó la caída de la dictadura del general Fulgencio Batista, el 1 de enero de 1959, y la llegada al poder del líder del Ejército Rebelde: Fidel Castro. Una de la primeras medidas que tomó el nuevo régimen fue la ley de reforma agraria, por lo que se creó el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) que se convertiría en el centro del poder del Estado cubano. Con ella comenzaron las expropiaciones, nacionalizaciones y confiscación de bienes en manos privadas y a algunas empresas estadounidenses así como la de otros países. Estas medidas también afectaron a un deporte tan imperialista como el golf (como lo catalogaron). Los campos de golf fueron arados para el cultivo y otros convertidos en escuelas militares… sólo quedó el Varadero Beach.
Hoy, la “revolución” cubana, que ya suma 55 años en el poder, mantiene a la isla en un estado de crisis económica permanente y sólo subsiste por los subsidios que recibe de Venezuela, que algunos analistas afirman que superan los 8.000 millones de dólares anuales.
Ahora buscan en el deporte de oligarcas, el flujo de divisas que el fracasado intento marxista jamás logró para la isla, como lo anuncia un cable de la oficialista agencia china Xinhua
Las autoridades cubanas, que recién aprobaron una nueva Ley para la Inversión Extranjera, impulsan hoy la constitución de empresas mixtas dirigidas al desarrollo de inmobiliarias asociadas a campos de golf.
De acuerdo con el director de Negocios del Ministerio de Turismo (Mintur), José Daniel Alonzo, la normativa que entrará en vigor en los próximos días promueve la inversión en el desarrollo de ese deporte.
Carbonera S.A. constituye la primera asociación de este tipo en la isla, conformada entre la firma británica Esencia Hotels and resorts y el Grupo cubano extrahotelero Palmares S.A., proyecto evaluado en unos US$350 millones.
Alonzo adelantó que a finales de este año se prevé la constitución de una segunda empresa mixta vinculada a campos de golf, mientras que una tercera deberá concretarse para 2015.
En febrero de 2012, el ministro de Turismo, Manuel Marrero, citado por la prensa local, indicó que el Consejo de Ministros ya había aprobado un acuerdo sobre ese tema y que desde 2011 se encuentran en la fase de estudio de los contratos y los estatutos de las empresas mixtas.
Expuso que estas empresas mixtas “con capital extranjero y del estado cubano”, se encargarán de gestionar los proyectos.
“Las autoridades cubanas anunciaron que negocian con empresas internacionales la construcción de 16 campos de golf como estrategia para diversificar la oferta de su industria recreativa”, informaron entonces los medios cubanos.
Los primeros planes incluían la construcción de cuatro campos de golf en La Habana y en las provincias de Holguín (noreste), Pinar del Río (extremo oeste), y el balneario de Varadero, el principal la isla, ubicado a 140 kilómetros al este de la capital.
Desde junio de 2008, el conglomerado británico Esencia logró que las autoridades cubanas aprobaran la construcción del Carbonera Country Club por una inversión cercana a los US$350 millones en un tramo de playa cerca de Varadero.
El proyecto constructivo incluye 800 apartamentos de lujo y 150 residencias, además de un campo de golf de 18 hoyos.
La isla sólo cuenta con dos campos de golf, el de Capdevila, en una zona periférica de La Habana, y el Varadero Golf Club, que es actualmente el más importante, con 18 hoyos y 69 hectáreas de extensión, y excelentes condiciones.
En este último se suma un entorno turístico diseñado para el confort de los vacacionistas.
Para el desarrollo de ese deporte, la isla deberá competir con enclaves como Cancún y la Riviera Maya, ambos en México, y la República Dominicana, que suman medio centenar de campos calificados.
Vía Xinhua