Para nadie es un secreto que la oposición venezolana no tiene visión compartida en las estrategias y vías para salir del régimen de Maduro, esta desarticulación oxigena sin lugar a dudas un régimen fatigado que se encuentra contra las “cuerdas” por serios cuestionamientos, incluso denunciados por sus propios ideólogos. La oposición necesita de la UNIDAD monolítica, no en el discurso sino en sus prácticas, en sus acciones conjuntas, tienen que entender los máximos líderes políticos opositores que no es momento para cálculos electorales y menos para la desunión. Aquí lo que está en juego es un país, un pueblo golpeado por la inseguridad e inflación, las nuevas y futuras generaciones. En síntesis, una crisis política, social y económica que hace vulnerable al régimen, según resultados, no obstante el juego esta trancado, pero, a favor de Maduro.
Indiscutiblemente se tiene que imponer un mecanismo constitucional para salir de la actual crisis política, todas las alternativas tienen un fin es contarnos en elecciones limpias. Primero debemos analizar la significación del cambio de los personajes en el CNE, es entender ante todo que la Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela, expresa que este organismo comicial, es una institución independiente, sin embargo, vemos como otro de los poderes público TSJ toma la decisión de extender el período de los actuales rectores. Con esta decisión la Asamblea Nacional no cumpliendo con su verdadera misión. Es decir, podemos razonar TSJ le ordena prácticamente al parlamento que se tome su tiempo para decidir o tal vez para construir alguna estrategia que beneficie al régimen, el TSJ no tiene competencia alguna para decir que hay continuidad administrativa porque ya la había, este tipo de fallos son responsabilidad del Asamblea Nacional, es parte de su deber. El parlamento tiene una composición de diputados que ha dificultado ponerse de acuerdo para conseguir los 110 votos para reemplazar Tibisay Lucena, Sandra Oblitas y Vicente Díaz.
De los 5 rectores, tres tienen su período vencido, el deber ser ante la crisis política que transita el país lo propio seria contar con un organismo electoral realmente equilibrado, justo y transparente tal como lo establece la Constitución de 1999. Ciertamente, la AN eligió el pasado 1 de Abril una comisión de diputados para designar a los rectores electorales que se les venció el período, la junta directiva de la AN tiene que cumplir con su deber constitucional y no esperar luces de Miraflores.
Lamentablemente la crisis que vive el país se articula a las insuficiencias institucionales e intereses del Estado, esto imposibilita que el régimen generare confianza, es necesario y saludable para la democracia Venezolana no renovar a solo tres de sus miembros sino a todas las autoridades del Consejo Nacional Electoral, el régimen debería ser reflexivo, asumir esta oportunidad para demostrar su respeto a la Constitución a fin de abrir cauces a un posible escenario electoral nacional de cualquier tipo. No se puede seguir suspendiendo la reunión de comité de postulaciones para los nuevos actores CNE, por esta realidad, responsablemente el movimiento estudiantil en la pasada marcha llamo su marcha, la marcha por la independencia, en la que exigieron la autonomía de los poderes y su participación en el Comité de Postulaciones Electorales, que se encargará de designar a los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral.
El Hallazgo
Lo grave para la oposición, en un escenario electoral parlamentario, aun ganando en votos,con una brecha por más de un millón de sufragios, el régimen saldría con mayoría parlamentaria, la diferencia la hacen los circuitos están blindados para asegurar la presidencia de la A.N. Este análisis está sujeto a un enfoque flexible.
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