La popularidad del régimen de Nicolás Maduro continúa en caída libre ante el sostenido empeoramiento de la crisis económica, mientras la Revolución Bolivariana está perdiendo gradualmente el respaldo de los sectores de menos recursos, la base tradicional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), publica El Nuevo Herald.
ANTONIO MARIA DELGADO
ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Una serie de encuestas publicadas en las últimas semanas revelan que cerca de dos terceras partes de los venezolanos ya hablan abiertamente sobre la necesidad de un cambio de gobierno y que el movimiento revolucionario registra su mayor crisis de confianza en años, con las propias bases del chavismo considerando que las últimas políticas han sido desacertadas y mostrándose inseguros de que Maduro sabe lo que está haciendo.
“El gobierno da marcha adelante y marcha atrás, se equivoca con mucha frecuencia y emite señales muy confusas”, comentó Alfredo Keller, presidente de la encuestadora Alfredo Keller y Asociados en Caracas.
“Cuando se realiza la segmentación socioeconómica, ya no existe apoyo mayoritario al PSUV, al chavismo en general o al gobierno en los sectores más populares. Allí, el gobierno ha perdido la batalla y la mayoría dentro de los sectores populares [los sectores D y E] están en contra del gobierno”, agregó el encuestador.
Según el último sondeo de opinión de Keller y Asociados sobre el segundo trimestre del año, la popularidad de Maduro ha caído en 20 puntos a lo largo de su gestión pasando desde el 57 por ciento en que se encontraba cuando el fallecido presidente Hugo Chávez lo nombró sucesor, al 37 por ciento en que se encuentra actualmente.
Pero no solo se trata de un problema de imagen de Maduro, agregó Marcos Hernández, presidente de la encuestadora Hernández Hercón.
“El chavismo en su totalidad está perdiendo respaldo popular, y dentro de las filas que tradicionalmente lo han apoyado, hay un número cada vez mayor de personas que no se sienten identificadas con Maduro, ni con el proceso revolucionario”, comentó.
Según Hernández, las placas tectónicas de la política venezolana han comenzado a desplazarse. Los sectores que antes estaban firmemente colocados dentro de las filas del chavismo ha iniciado un proceso de cuestionamiento a la gestión de Maduro, y otros que se mantenían indiferentes a la situación del país ya se pronuncian abiertamente por un cambio político.
Según los últimos números de Hernández Hercon, el 71 por ciento de los venezolanos considera que “las cosas en Venezuela” van por mal camino frente a un 25.7 por ciento que cree lo contrario.
En términos de distribución poblacional, la percepción de que la situación general del país va mal es compartida por un 88.44 por ciento de los consultados pertenecientes a los sectores A y B (los de mayores recursos), un 73.95 por ciento por los del sector C (clase media), y un 62.22 por ciento de los integrantes de los sectores D y E (los de menos recursos), reportó la encuesta de Hernández Hercón.
Asimismo, el 72.4 por ciento de los venezolanos considera que la situación económica ha empeorado y un 73.2 por ciento dice estar convencido de que las cosas no mejorarán en los próximos meses.
La grave crisis económica por la que atraviesa el país –con el sector privado virtualmente paralizado, estantes vacíos en los supermercados y la mayor tasa de inflación del mundo– está erosionando no solo las lecturas favorables del chavismo sino también el propio legado de Chávez, dijo Hernández.
Es una tesis que se ve confirmada en la encuesta de Keller, donde un 60 por ciento de los consultados considera como falso el pronunciamiento que se ha repetido desde el gobierno de Chávez de que bajo la Revolución Bolivariana Venezuela se ha convertido en una “potencia mundial”.
Otras afirmaciones repetidas por el gobierno a través de sus instrumentos de propaganda también están demostrando tener poco calado en la población, incluyendo los pronunciamientos de Maduro y del presidente de la estatal Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, de que el modelo económico del gobierno es exitoso y que la economía va bien.
Ese planteamiento, según la encuesta de Keller, es rechazado por el 69 por ciento de los venezolanos.
Por otro lado, los consultados también se mostraron en desacuerdo con algunas de las políticas más emblemáticas del chavismo en materia económica, con el 71 por ciento pronunciándose en contra de las expropiaciones, el 85 por ciento rechazando las facultades del gobierno de obligar a los dueños de vivienda a vender sus propiedades a los precios estipulados por el propio gobierno y el 82 por ciento objetando la prohibición a las empresas de despedir a empleados que no asisten al trabajo.
“Ya la gente no cree mayoritariamente –en más de un 60 por ciento– en el Socialismo del Siglo XXI”, comentó Keller.
“Piensa que es un modelo que no funciona. Eso es lo que tenemos hoy en día, a diferencia de la situación de hace unos cuatro años. También la mayoría de la población, también cercana al 60 por ciento, considera que el modelo que se está ejecutando nos lleva a una situación de precariedad similar a la de Cuba”, agregó.
Y esos porcentajes probablemente seguirán aumentando en la medida que continúe agravándose la crisis económica.
“De agravarse, o simplemente de extenderse en el tiempo la situación económica, le costará mucho al oficialismo preservar las lealtades, puesto que muchas de ellas, al menos la mitad del chavismo, sustenta la relación con el oficialismo debido a la redistribución directa de la riqueza, a través de beneficios que ha recibido”, comentó Keller.
“Pero al dejar de recibirlos ya dejan de tener razones para dejar de observar con ojo crítico las contradicciones y los errores del oficialismo en cuanto a sus políticas públicas”, sentenció.