“Convoco al pueblo a ejercer su poder soberano para construir un nuevo sistema de gobierno popular con el gobierno de la calle. ¡Sigamos venciendo!”. Nicolás Maduro ultima su “revolución dentro de la revolución”, el “revolcón” que, según sus asesores, necesita el proceso bolivariano para superar la aguda crisis económica y política que tiene arrinconado al “hijo de Chávez”, publica El Mundo de España.
El que avisa no es traidor, piensa el primer mandatario. La “reestructuración” de una Administración tan grande como un dinosaurio y tan lenta como las tortugas del Caribe (el propio Maduro nombró este año 33 ministros y 111 viceministros, además de un ramillete de vicepresidentes) abarcará “todo el gobierno, todos los mecanismos de trabajo, de consultas, de toma de decisiones, del Gobierno completo. Vamos a revisarlo todo, ministerio por ministerio. ¡Vamos a una sacudida completa de los mecanismos del Gobierno!”.
El enroque político de Maduro sucede en medio de la guerra civil abierta en el seno del chavismo, entre los ortodoxos/radicales y los pragmáticos maduristas. La caída en desgracia del vicepresidente Jorge Giordani, gurú económico de Chávez y arquitecto de las finanzas bolivarianas durante 15 años, ha dado paso a unos nuevos asesores. Incluso Maduro presentó al país a uno de ellos, el octogenario funcionario cubano Orlando Borrego.
“Está incorporado a un equipo especial junto al ministro Ricardo Menéndez preparando un conjunto de planes. El fin es hacer una revolución total y profunda de la Administración pública”, explicó Maduro, una declaración que analistas intuyen busque su reconciliación con el sector ortodoxo.
De quién no da ninguna pista es de la llamada French Connection, asesores franceses que según la denuncia de Giordani estarían manejando los hilos del Estado. Heinz Dieterich, creador del concepto del socialismo del siglo XXI, sí pormenorizó sobre el grupo francés, entre quienes está Ignacio Ramonet, “uno de los intelectuales que más se ha beneficiado de la revolución bolivariana”.
La caída del gurú económico de Chávez ha dado paso a unos nuevos asesores
El politólogo mexicano-alemán cita a una “nube de asesores socialistas franceses”, con Matthieu Pigasse a la cabeza, “banquero multimillonario, codueño de ‘Le Monde Diplomatique’ y auto declarado rebelde contra el establishment burgués, quien ha asesorado a los gobiernos de Ecuador, Argentina y Grecia en planes macroeconómicos”.
La influencia francesa es una de las grandes críticas de los radicales, a los que ahora se ha unido el comandante retirado Yoel Acosta Chirinos, uno de los líderes militares del golpe del 4-F, cuando Chávez intentó derrocar por las armas a Carlos Andrés Pérez. “El presidente tiene que renunciar para permitir una salida a esta crisis tremenda que se ha desatado. Ya es hora que vayan pensando en dejar el Gobierno”, declaró el militar, quien en los últimos años mantiene un tira y afloja con la revolución.
Economistas y dirigentes opositores, quienes también participan en las críticas contra la gestión de Maduro, advierten por su parte de que la “reestructuración” anunciada por el primer mandatario esconde un paquetazo económico que va a hacer temblar al país.
Lo que más teme la población es una nueva devaluación. Los expertos vaticinan que el gobierno estudia devaluar el bolívar desde el actual cambio de 6,30 por un dólar hasta más allá de 20. Incluso los más atrevidos apuestan que llegue a 30 bolívares por billete verde, todo un bombazo económico.
Ya lo dijo el propio Giordani en su carta de despedida, al referirse a gigantesco dispendio económico del chavismo para ganar las elecciones presidenciales de 2012, todavía con Chávez vivo: “La superación se consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles extremos que requerirán de una revisión para garantizar la sostenibilidad”.