Debajo de cada cédula, iba semidoblado un billete de Bs. 100

Debajo de cada cédula, iba semidoblado un billete de Bs. 100

Paso fronterizo colombo venezolano / Foto La Opinión
Paso fronterizo colombo venezolano / Foto La Opinión

 

La periodista de investigación Sebastiana Barráez publica en su columna del semanario Quinto Día un episodio, del que fue testigo presencial, de contrabando de extracción con complicidad de un funcionario de la Guardia Nacional. ¿El lugar? El paso fronterizo que comunica a San Antonio del Táchira con la ciudad colombiana de Cúcuta.

“Cédula todo el mundo”

Sebastiana Barráez Pérez

CONTRABANDO. El gobernador del Táchira, José Gregorio Vielma Mora, dijo en su programa de radio, palabras más palabras menos, que el contrabando no es culpa de la FANB, sino de la falta de conciencia ciudadana. Y lo dijo con tal seguridad que cualquiera duda. Así que aprovechando mi visita a la patria chica, me subí a un autobús de Expresos Bolivarianos que nos lleva a Cúcuta. En la unidad cabe unos 40 pasajeros. Cada uno lleva hasta Bs. 85 en: dos litros de aceite, dos pollos, una bolsa de leche, dos harinas pan, una mantequilla, etc. Converso con una señora, tratando de simular que viajamos juntas. Llegamos a la alcabala y se sube un guardia nacional con cara de severo y voz de mando. “Cédula todo el mundo”. Y de inmediato todos sacamos nuestras cédulas. Yo trato de retener la mía, rogando a Dios que el guardia no me identifique. El hombre ni me miró. Sólo recibió la cédula de los otros 39 pasajeros que cargaban sus bolsas de Bs. 85. Parece una procesión. Bajo cada cédula que el guardia recibe, van semidoblados Bs. 100. El guardia sólo devuelve la cédula. Y así las 39 bolsas de alimentos regulados alcanzan territorio colombiano. Da gusto, dolorosamente, ver los estantes en Cúcuta abarrotados de alimentos venezolanos, que no se consiguen en nuestro territorio.

 

 

 

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