Luiz Felipe Scolari dijo este martes que la humillante goleada 7-1 contra Alemania fue el “peor día de su vida” y no es para menos: Brasil queda fuera de “su” Mundial y las glorias de su pentacampeonato en 2002 se hacen cenizas.
Javier Tovar/AFP
Con una fama bien ganada de implacable y temerario, Scolari, de 65 años, seguirá siendo el último entrenador en ganar una Copa del Mundo. ¿Alguien lo recordará después del Mineirazo?
Cuando asumió la selección a finales de 2012 nadie apostaba un centavo en ese equipo. Pero fiel a su estilo, armó un cuadro para alcanzar el cuarto título brasileño en la Copa Confederaciones y lo logró. Ganó por goleada (3-0) nada más y nada menos que a España, y consiguió que la afición brasileña comenzara a creer que la sexta estrella era posible.
Pero ese ímpetu chocó, sin su principal estrella Neymar, con una muralla llamada Alemania.
“Ellos hicieron su mejor juego del Mundial y nosotros el peor. Fue eso lo que pasó. Perdimos ante un gran equipo que tuvo la cualidad de definir el juego con cuatro, cinco goles”, indicó Scolari después del partido.
– La memoria popular –
El entrenador ofreció “disculpas al pueblo brasileño por el resultado negativo y por no haber llegado a la final”, la “obligación” que se había puesto al asumir el equipo.
El sábado aún tiene un partido por disputar, el peor de todos. Jugará el amargo tercer lugar contra Argentina u Holanda y probablemente su nombre será abucheado por todo el estadio Mané Garrincha cuando sea anunciado.
El “especialista” en Mundiales, el artífice del quinto título en 2002, pasa a la historia como el entrenador que no consiguió, de nuevo, el título en casa y que recibió la peor goleada en la historia del fútbol “rey” brasileño.
“Voy a ser recordado por haber sido el entrenador del 7-1. Los riesgos los asumimos y ahora tengo que asimilar y seguir adelante, es eso lo que voy a hacer”, dijo sin precisar si dejaría el cargo después de terminar la Copa.
Brasil había sido derrotada por Uruguay por 6-0 en una lejana Copa América en 1920. En Copas del Mundo, el 3-0 de la final de Francia-1998 que entonces fue una tragedia nacional y hoy una simple referencia histórica.
“Probablemente haya sido la peor, aún con derrotas pesadas”, dijo Felipao. “Si pienso en mi vida como jugador de fútbol, técnico, profesor de educación física entiendo que fue el peor día de mi vida”, confesó.
– Todos entrenadores –
No era Bernard el sustituto ideal de Neymar, había que reforzar más el mediocampo, mejorar la defensa. Que debió convocar a Kaká, Ronaldinho o Robinho. Los análisis de los errores tácticos de Scolari no cesarán hasta que Brasil gane otro Mundial.
Brasil, que vive el fútbol como religión, se pone su casaca de entrenador y no parará de hablar del “yo hubiera hecho”.
“¿Quién es el responsable de las elecciones (de jugadores)? Soy yo. La responsabilidad por el resultado catastrófico es mío. Fui yo el responsable”, dijo en la rueda de prensa.
¿Era el equipo? “No me arrepiento [de la alineación], no es un asunto para conversar ahora. Fue un resultado. ¿Me voy a arrepentir de qué? Tuvimos oportunidades”, aseguró. “Imaginaba que con el regreso de Oscar, de Hulk y de Bernard tendríamos como cerrar el mediocampo. Hasta el primer gol [en el minuto 11] todo estaba organizado” y después se vino abajo.
En media hora subieron cinco goles a la pizarra. “El equipo se desorganizó y entramos en pánico”, pero los cambios no llegaron sino hasta el segundo tiempo.
“El entrenador carga con las consecuencias”, insistió.
¿Debe ser revisado el fútbol en Brasil?, le preguntaron. “¿Por qué? ¿Porque pedimos un juego hoy?”, respondió Felipao minimizando el resultado.
Brasil sudó en cada una de sus ajustadas victorias. No era un equipo con cara de campeón.
“Este equipo tendrá 12, 13 jugadores en la próxima Copa, en 2018. Es un camino que se está labrando. Este equipo de Alemania jugó el Mundial de 2010, disputó la Eurocopa de 2008 y está ahí ahora (…) Es la peor derrota del mundo, pero tenemos que aprender con esto”, aseguró.