No existe una verdadera dicotomía entre los planteamientos políticos hechos por principales dirigentes de la oposición
Todos concuerdan que el cambio debe ser dentro del marco de la Constitución.
La divergencia es sobre cuándo este cambio puede alcanzarse. Para lograrlo hay vías constitucionales, pero solo dos están dentro de la posibilidad de ser activadas por la oposición a corto plazo: la constituyente y las elecciones parlamentarias de 2015.
Ambas opciones necesariamente transitan por el mecanismo del actual CNE. Por ello, es lógico que los esfuerzos unidos de la oposición se centren en presionar los cambios constitucionales requeridos en esa institución.
Para que esto sea posible, se requiere aumentar la fuerza opositora ganando credibilidad como una alternativa responsable de liderar los cambios necesarios y no con debates estériles sobre la salida.