El papa Francisco recibió este jueves en el Vaticano a la joven sudanesa Meriam Yahia Ibrahim Ishag, quien había sido condena a muerte por apostasía al convertirse al cristianismo e indultada por presión internacional.
La joven, de 26 años, llegó este mismo martes a Roma a bordo de un avión oficial italiano junto con su marido y dos hijos.
Poco después de aterrizar en la capital italiana la joven fue recibida por el papa argentino en su residencia del Vaticano, la casa Santa Marta, indicó la oficina de prensa de la Santa Sede.
“La reunión duró menos de media hora y se desarrolló en un clima sereno y afectuoso”, indicó en un comunicado oficial.
Francisco elogió “el testimonio valiente y la constancia” de la joven para defender su fe religiosa.
Por su parte, la joven agradeció al pontífice la “el apoyo y el alivio” que le ha dado a través de sus oraciones.
“Con este gesto, el papa quiso mostrar su cercanía, su atención y oración a todos los que sufren por su fe y especialmente a los cristianos que sufren persecuciones o restricciones en su libertad religiosa”, explicó en la nota el Vaticano.
Meriam estaba acompañada por su marido Daniel Wani y su dos hijos, Martin, de un año y medio, y Maya, quien nació hace dos meses en la cárcel en la que cumplía su condena.
Meriam Yahia Ibrahim Ishag, de padre musulmán, fue condenada a muerte el 15 de mayo pasado en virtud de la ley islámica en vigor en Sudán, que prohíbe las conversiones.
Casada con un cristiano y madre de un niño de 20 meses, que fue encarcelado con ella, la joven también fue condenada a 100 latigazos por adulterio. La interpretación sudanesa de la sharia considera “adulterio” la unión entre una musulmana y un no musulmán. AFP
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