La policía capturó el miércoles al sacerdote español Antonio Rodríguez Tercero, acusado de los delitos de tráfico de influencias e introducción objetos ilícitos a las cárceles.
La captura del sacerdote se dio en el marco de un operativo policial que en diferentes puntos del país con la captura de 12 miembros de la policía que supuestamente colaboraban con las pandillas; dos empleados de la Fiscalía General de la República; y tres del Órgano Judicial (Tribunales), que supuestamente ayudaban a los pandilleros para favorecerlos en las resoluciones judiciales. No se identificó a los capturados.
El sacerdote, conocido como “padre Toño”, es párroco de la Iglesia San Francisco De Asís, de Mejicanos, un populoso municipio ubicado en la periferia norte de la capital, donde desarrolla trabajos de reinserción de pandillas.
El director de la Policía Nacional Civil, comisionado Mauricio Ramírez Landaverde, informó en un enlace telefónico con la televisora Telecorporación Salvadoreña, que la captura se realizó con órdenes de la Fiscalía General de la República, que encontró elementos suficientes para ordenar su captura.
Ramírez Landaverde no brindó mayores de detalles de los supuestos delitos cometidos por el sacerdote, conocido por su trabajo en programas de reinserción para pandilleros en mejicanos, uno de los municipios con un alto índice de violencia y presencia de pandillas.
La tregua entre las maras o pandillas se alcanzó en marzo de 2012 con la intermediación del obispo castrense y policial, monseñor Fabio Colindres, y del ex guerrillero Raúl Mijango, en representación de la sociedad civil. El padre Toño también se unió a este proceso. AP