El diputado Pedro Pablo Fernández llamó a declarar en emergencia a las empresas básicas de Guayana y a convocar a técnicos competentes que conozcan de la industria para hacer una reingeniería y una planificación para su recuperación. NP
“El esquema bajo el que operan las empresas básicas hoy es inviable”, aseguró Fernández tras culminar una reunión organizada por la iniciativa Punto de Encuentro Venezuela con ex-gerentes de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), para analizar la situación y constituir equipos de trabajo que generen propuestas para reactivarlas.
Durante el encuentro realizado en la sede del Colegio de Ingenieros de Puerto Ordaz, Fernández subrayó que al Gobierno nacional le cuesta miles de millones de bolívares mantener a unas empresas que lo que generan es pérdidas, cuando estas tienen todas las condiciones para ser altamente rentables.
“Esas empresas tendrían que estar generando divisas que tanto está requiriendo el sector productivo nacional para comprar materia prima y producir. En lugar de eso, las empresas básicas están demandando dólares para comprar materia prima que tenemos aquí en abundancia”, dijo al tiempo que subrayó que “todo el dinero que se ha inyectado a Alcasa, Venalum, Bauxilum, Ferrominera del Orinoco y Sidor ha ido a parar a un barril sin fondo y seguirá siendo así si no se reestructuran, se ponen en manos de gerentes eficientes y se hace una buena planificación”.
“Si se crean los incentivos, el sector privado puede desarrollar la industria del hierro y el aluminio aguas abajo y transformar esas materias primas en productos acabados, generando empleo y oportunidades para miles de jóvenes en nuestro país que hoy no encuentran trabajo”.
Por último planteó la necesidad de que los recursos provenientes del fondo Chino o del aumento de la gasolina se inviertan en un plan de recuperación del aparato productivo, de las empresas básicas; para construir las plantas mejoradoras que se necesitan para desarrollar la faja petrolífera del Orinoco y lo más importante de todo, para aumentar la capacidad de generación de energía eléctrica sin la cual no hay ninguna posibilidad de reactivar la industria. “Si no tenemos energía, no tenemos industria y no tenemos empleo”.