La diputada del Parlamento Latinoamericano y Vicepresidenta de Un Nuevo Tiempo, Delsa Solórzano, aseguró que María Gabriela Chávez, la hija del fallecido exmandatario, no cubre con el perfil diplomático para ejercer el cargo de embajadora alterna en la ONU.
La diputada Solórzano declaró categóricamente que la hija del expresidente Chávez “no solamente no cuenta con carrera diplomática, no tiene ningún tipo de experiencia internacional; no ha estudiado una carrera que le permita ejercer con mediano conocimiento y claridad un cargo de tan alta envergadura. Ella es técnico superior en Comunicación Social; más allá de eso, no ha ejercido la carrera diplomática.”
Subrayó la desconfianza que genera el nombramiento en cuestión: “pareciera provocar una reacción inmediata en torno a la necesidad del gobierno de brindarle inmunidad diplomática a la señora Chávez porque, efectivamente, ni siquiera ha sido nombrada como embajadora principal sino como embajadora alterna.” Agrega que existen muchas denuncias de corrupción contra los Chávez, como por ejemplo el caso de la venta de arroz con Argentina, y que por ello pareciera que la razón del nombramiento se da, precisamente, para ofrecerle protección.
Incluso, la diputada al Parlatino bromeó respecto a los motivos por los cuales nombraron a Chávez como embajadora alterna: “A lo mejor Cilia quiere que le regresen la casa, pero falta sacar a la otra”.
Respecto a la posibilidad de que María Gabriela Chávez decida convertirse en futura candidata a la Presidencia de Venezuela, la Vicepresidenta de UNT señala que no cree que Chávez esté preparada ni para ejercer un cargo ante las Naciones Unidas y mucho menos para llevar las riendas del país en el futuro.
Calificó de “lamentable” la representación internacional de Venezuela desde el punto de vista diplomático porque “no se ha respetado la carrera diplomática”; la diputada asegura que la evaluación de los embajadores de Venezuela en el resto del mundo es penosa, son el “hazmerreír del resto de los embajadores a nivel mundial”; citando como ejemplo el desempeño del embajador de Venezuela en República Dominicana, Alberto Castella. Agregó que lo único que se requiere para que nombren a alguien embajador es que no tengan donde ponerlo en la rotación de turno de los cargos del gobierno. Finalizó agregando que no se puede esperar algo distinto a esto, pues no se puede olvidar que hasta hace poco el Canciller de Venezuela fue Nicolás Maduro. Prensa UNT