Corría el año 1975, y mientras Osmel Sousa, quien para ese entonces aún no era presidente de la Organización Miss Venezuela, traicionaba a su amiga María Conchita Alonso para apoyar a Maritza Pineda, quien resultara ganadora; otra de las grandes favoritas, una rubia de alta clase, campeona de tenis e hija del entonces presidente del Altamira Tennis Club, llamada Helena Merlín jamás imaginaría el futuro que había de vivir.
Su exitosa historia dentro de los concursos de belleza, primero representando al estado Barinas, ocupando el cuarto lugar en el Miss Venezuela 1975 y ganando el derecho de representar a Venezuela en el concurso Miss Young Internacional celebrado en Tokio, donde sería semifinalista, continuaría como aeromoza primero de la extinta Viasa, y luego del avión presidencial que ocupaba el difunto Carlos Andrés Pérez, con quien admite haber vivido un oculto pero tórrido romance, amén de hasta haber recibido propuesta matrimonial del actor Carlos Mata, según afirma ella.
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