La crisis de liquidez por la que atraviesa Venezuela está aislando gradualmente a sus habitantes del resto del mundo, con vuelos al exterior cada vez más escasos y costosos y un abrupto encarecimiento de las tarifas telefónicas para llamar desde el extranjero, publica El Nuevo Herald.
Antonio Maria Delgado
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Varias compañías de comunicaciones que operan desde Estados Unidos anunciaron esta semana que el régimen de Nicolás Maduro incrementó en cerca de un 500 por ciento las tarifas que les cobran para conectar las llamadas dentro del país, en una acción que causó malestar dentro de la comunidad venezolana que vive en el sur de Florida.
“Estamos extremadamente desilusionados con la decisión de CONATEL [el regulador de la telefonía en Venezuela] porque perjudica a nuestros clientes en Estados Unidos, Canadá y a lo largo del mundo que quieren mantener un estrecho contacto con sus familiares y amigos en Venezuela”, indicó Vonage, el popular operador de llamadas por internet, en un comunicado.
“Este imprevisto incremento de precios ordenado por CONATEL […] ya ha sido implementado, [y en consecuencia] Venezuela será retirada de los planes de llamadas internacionales ilimitadas, y los precios por minutos de nuestros clientes domésticos bajo los planes ‘por uso’ y ‘por pote’ van a aumentar”, agregó la compañía.
Otras empresas de telefonía con una amplia base de clientes venezolanos también se vieron obligadas a notificar el incremento de precios.
“Las tarifas aumentaron en cerca del 500 por ciento”, comentó Natalia Rodríguez, gerente de satisfacción del cliente en Papatel, la compañía de llamadas prepagadas. “Fue un cambio súbito y brusco”.
El incremento se produce en medio de los esfuerzos de Maduro por tratar de conseguir un mayor flujo de divisas que le permitan aliviar la grave crisis económica por la que atraviesa el país.
La escasez de dólares, en un país que depende en gran medida de las importaciones para obtener los productos que consumo, mantiene vacíos gran parte de los anaqueles del país, al tiempo que el régimen ha incurrido en el incumplimiento de miles de millones de dólares en obligaciones vencidas con importadores y otras compañías del sector privado.
Entre los sectores más afectados se encuentra el de las aerolíneas internacionales que gradualmente han comenzado a recortar el número de vuelos al país, dificultando severamente los viajes entre Venezuela y el resto del mundo.
La embajada estadounidense en Caracas advirtió el martes a sus ciudadanos que conseguir vuelos para salir de Venezuela se ha tornado un ejercicio muy complicado, enfatizando que las aerolíneas Delta, American Airlines y United Airlines han reducido drásticamente sus vuelos al país sudamericano.
Según datos de la Asociación Venezolana de Aerolíneas, el número de asientos entre Venezuela y Estados Unidos se ha reducido a menos de la mitad en lo que corre del año a causa de una disputa en torno a $4,000 millones en efectivo atrapados en el país.
Los controles de cambio vigentes desde hace diez años impiden a las aerolíneas convertir sus ganancias locales en dólares sin aprobación del gobierno. Y el gobierno falto de liquidez prohíbe a las empresas aéreas repatriar sus ganancias.
Un agente de viajes que opera en Venezuela dijo que hoy en día es extremadamente difícil conseguir vuelos para salir del país.
“Muchas agencias de viaje han cerrado sus puertas porque el producto, que son los boletos, ya no se consigue en ninguna parte”, dijo el agente que habló bajo condición de anonimato.
Y los pocos boletos que se consiguen solo pueden ser adquiridos en dólares, comentó.
Eso significa que volar al exterior ya es prohibitivo para familias de clase media y clase baja, quienes tendría que adquirir sus dólares en el mercado negro a una tasa que es más de 12 veces el tipo de cambio oficial de 6.30.
Los únicos que pueden viajar en este momento o son ejecutivos de grandes empresas que tienen facilidad para conseguir dólares en el exterior, o gente muy vinculada con el chavismo, que tiene acceso a los tipos de cambio preferenciales, dijo el agente.
“Las aerolíneas no quieren endeudarse más con el tema de los dólares con el gobierno, porque el gobierno no les está pagando”, explicó el agente.
“El gobierno declara y dice por las noticias que sí les está pagando a las aerolíneas, pero todo es mentira. Es una burla. La situación aquí está sumanente delicada, hasta el extremo que una parte del aeropuerto ya está cerrado por falta de uso”, agregó.