El tirano cubano, Fidel Castro, se desplaza en Cuba en una costosa camioneta Mercedes Benz, fabricada por el capitalismo alemán. Luego de más de 50 años de un pavoroso socialismo, la economía cubana es incapaz siquiera de producir el cuero para forrar los asientos de vehículo alguno. Pero eso no limita al anciano tirano en cuanto a sus gustos y gastos. Nada de elegir un carro chino o norcoreano. Lo de él es un Mercedes Benz y un mono Adidas. Mientras, el pueblo cubano se desplaza en, cuando consigue, transportes destartalados. (lapatilla.com)