El puerto norcoreano de Wonsan siempre ha sido una urbe clasificada, sede de una base aérea militar y ‘cuna’ del programa misilístico nacional, sirviendo de escenario para numerosos lanzamientos. Ahora lo están convirtiendo en un paraíso turístico.
Los residentes de Wonsan, la quinta ciudad más grande de Corea del Norte, siempre han debido solicitar permiso oficial a las autoridades para poder salir de su urbe natal. Sin embargo, un nivel tan alto de secreto no impidió que la localidad, ubicada a las orillas del golfo de Tongjoson, fuera el destino preferido del turismo de lujo nacional. La élite norcoreana acudía cada año para gozar tanto de sus playas y aguas extremadamente limpias como de bosques de pinos. En 2013, el Gobierno del país dio el pistoletazo oficial de partida para el desarrollo de un balneario turístico en la zona de escala internacional.
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