Un Nuevo Tiempo llevó a cabo el foro “Tarjeta de racionamiento electrónica y el paquetazo rojo”, en el cual los cinco ponentes acordaron rechazar contundentemente la instalación de este sistema biométrico que solo pretende bloquear y limitar el poder adquisitivo del venezolano, e intimidar con este invasivo sistema digital.
El Secretario General de UNT, Luis Emilio Rondón se dedicó al enfoque constitucional que aplicaría a este sistema. Enfatizó que la Constitución es de toda la sociedad, de todos los venezolanos y por lo tanto se debe respetar el derecho y garantía de cada uno de los ciudadanos. Rondón hizo alusión al preámbulo de la Constitución en el cual se fundan un conjunto de normas para garantizar el libre acceso a los productos, bienes y servicios; garantía que corresponde al estado.
Citó el artículo 114 de la Constitución, que habla de los derechos económicos, en el cuál se establece que “El ilícito económico, la especulación, el acaparamiento, la usura, la cartelización y otros delitos, serán penados conforme a la ley”. A esto, el Secretario General de la tolda azul, refutó: “Si alguien quiere establecer algún elemento de policía sobre el funcionamiento del aparato económico tiene que hacer una ley, porque nadie, ningún funcionario público, tiene la autoridad para decir qué compra cada venezolano si no hay una ley que lo imponga”.
Rondón concluyó su intervención sentenciando que el “gobierno quiere imponer un racionamiento al consumo propio de las economías comunistas”. En tal sentido, el deber es ponerse detrás de una política que vaya a la calle y que haga posible que las necesidades de la gente se atiendan, “hemos decidido en Un Nuevo Tiempo salir a la calle a acompañar a la gente con sus propuestas y con sus protestas”.
El evento, moderado por el Coordinador Nacional de Participación Popular de UNT, Carlos Valero; y el Secretario Juvenil Nacional de UNT, Gustavo Paniz; contó con intervenciones que abarcaron ampliamente las consecuencias de la implantación del sistema biométrico.
El economista Jesús Casique abordó el impacto económico que tendría la implantación de esta tarjeta de racionamiento electrónica, indicando que en la medida que prevalezca la libertad económica, el respeto a la propiedad privada, disciplina fiscal y monetaria, rápidamente un país puede crecer en materia económica; “En materia petrolera, el gobierno ha recibido 763 mil millones de dólares hasta septiembre del 2013; entre petróleo y recaudación de impuestos el gobierno ha recibido alrededor de 1.4 billones de dólares. No se justifica estos niveles de endeudamientos, no se justifican todos los problemas que estamos atravesando los venezolanos, estableciendo estas medidas económicas”.
Por su parte, la Concejal del municipio Sucre por Un Nuevo Tiempo, Rosiris Toro, expuso los padecimientos que sufren las familias venezolanas al enfrentarse a estos racionamientos que todavía no han sido controlados por este sistema biométrico: “A las 4:30 de la mañana, antes de abrir el mercal, ya hay más de trescientos cincuenta personas en cola; imagínense ustedes con la tarjeta de racionamiento electrónica”. La Concejal manifestó con contundencia su rechazo a la postura que busca implantar este sistema.
El comunicador social y ancla en el canal web VerTV.com, Kico Bautista, señaló que, a pesar de la censura aplastante del gobierno a los pocos medios que quedan, y del dominio que los mismos tienen en la mayoría de los canales del país; cada vez más los venezolanos se suman a la tecnología y la redes sociales, por lo tanto hay que cultivar y mantener la relación horizontal con la gente en las mismas, abrir espacios de comunicación e información a partir de ellas; “el valor fundamental de la comunicación es la honestidad (…) tenemos que convertir las redes en nuestras herramientas de supervivencia”.
Finalmente, el ingeniero industrial, David Morán, tocó los aspectos técnicos y las limitaciones de este racionamiento electrónico. Morán señala que Nicolás Maduro, al declarar la inminente implantación del sistema biométrico, expuso que el uso del mismo sería para detener el contrabando; a lo que Morán pregunta “¿cómo este sistema va a determinar qué es contrabando?”, aludiendo al hecho de que ya los venezolanos viven en un racionamiento indirecto y que el sistema, en teoría solo necesita la huella de la persona que haría la compra.
Morán asegura que el margen de error de este captahuellas que planean instalar es menor dependiendo del costo del sistema; sin embargo, “hasta el sistema más costoso tiene un margen de error, por muy mínimo que sea.” Lo cual, al aplicarlo al modelo de adquisición de alimentos que quiere implantar Nicolás Maduro, ocasionaría que un porcentaje llamativo de personas tuviera problemas al momento de intentar hacer sus compras a través de la tarjeta de racionamiento electrónica. Esto sin contar los errores de “falsos positivos o falsos negativos” en los cuales se tiende a ver las confusiones que tanto se reclaman en las jornadas electorales, como poner la huella y que el sistema no te reconozca. Morán califica la tarjeta de racionamiento electrónica como “una fantasía que no se atreven a reproducir ni en Hollywood”. Prensa UNT