En el país, el otorgamiento de divisas suele ser un privilegio, incluso, una buena noticia. Pero para las ensambladoras de vehículos no ha sido así. Han vivido un 2014 sin precedentes con la paralización de sus líneas de producción, y las asignaciones del Cencoex no han sido suficientes.
Durante la subasta número 23 del Sicad I, 79 personas jurídicas del sector automotor recibieron 155 millones 500 mil dólares para la compra de materia prima e insumos de autopartes. Ese monto representa apenas el 25% de lo que la industria requiere para poner en forma sus actividades.
A esa cifra se le suman los más de 400 millones de dólares que les han otorgado durante este año. Un monto insignificante ante los más de dos millones de dólares que requiere el sector para funcionar como solía hacerlo, cuando ensamblaba 120 mil unidades anualmente. Al cierre de julio en el país se habían fabricado solo siete mil 37 automóviles.
Christian Pereira, presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores Automotores, Autopartistas y Conexas, explicó que además de ser un monto insuficiente, se debe esperar por la liquidación del dinero para poder hacer los pedidos en el exterior. Es un ciclo que, en el mejor de los casos, tarda 60 días desde que se hacen las compras hasta que los insumos llegan a las líneas de producción.
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