Pudiera plantearlo en otra pregunta: ¿Un gobierno que no respeta los derechos de los ciudadanos dentro de su territorio tiene derecho a reclamar a otros en el Extranjero?
La Serie Legends de TNT menciono a Maduro como comprador de armas biológicas en uno de sus capítulos. En la escena, que dura aproximadamente 19 segundos, el agente repregunta “y ¿quién es el apoderado?”. De inmediato, el terrorista afirma: “Maduro, Partido Socialista Unido de Venezuela. Están preocupados por los disturbios de civiles en Venezuela”. Esto desencadeno una respuesta amenazante del Gobierno de Venezuela al canal TNT. Sacarlo de las cableras venezolanas seria el castigo, por cierto aun latente. Incluso algunos del entorno han propuesto llevar el caso a UNASUR para pedir la solidaridad mundial y extender la medida a otros países como Brasil, Ecuador, Cuba (aunque cause risa), entre otros. Evidentemente que ante este peligro la Productora de la serie recurrió a pronunciarse y pedir una disculpa publica. Al fin y al cabo su negocio es entretener y no la política.
ES BUENO SABER ADEMÁS
La posibilidad de emplear agentes productores de enfermedades (virus, bacterias, etc.) como armas en conflictos militares se remonta muy lejos en la historia. El primer caso conocido ocurrió en el sitio de Caffa (hoy Fedosiya en Ukrania) cuando las huestes mongolas lanzaron cadáveres infectados de plaga por encima de los muros de la ciudad defendida por ejércitos genoveses. Esta acción puso en evidencia desde entonces el carácter incontrolable de ese tipo de instrumento de guerra. A su regreso a Europa los barcos genoveses transportaron el bacilo que desencadenó la tristemente célebre epidemia de la Muerte Negra en ese continente. Durante el siglo 20 ningún país ha empleado exitosamente agentes biológicos con fines militares. Sin embargo, últimamente se ha hablado mucho de las armas biológicas y se acusa a Iraq de haberlas incorporado en sus arsenales militares. Esta acusación ha servido como pretexto para prolongar el implacable bloqueo de que es objeto ese país. El peligro real que representan las Armas Biológicas y la posibilidad de que esas armas lleguen a ser empleadas en un conflicto o utilizadas en actos de terrorismo justificadamente ha incrementado la preocupación internacional. La inquietud fundamental emana de lo fácil que sería fabricar un arma biológica. En su producción básicamente se utilizan microorganismos, (bacterias o virus) o toxinas. Comparativamente, los agentes biológicos pueden ser miles de veces más potentes y letales que los agentes empleados en las armas químicas. También pueden causar más muertes que una explosión nuclear. Además, como en el caso del sitio de Caffa, mencionado anteriormente pueden llegar a afectar poblaciones no involucradas en el conflicto. Curiosamente, Venezuela tiene el “raro privilegio” de que uno de los virus susceptibles de servir como precursor para las armas biológicas es el conocido como Encefalitis Equina Venezolana (VEE encephalomyielitis) figura entre los posibles precursores de armas biológicas. (Fuente Adolfo R. Taylhardat) A pesar de la molestia del Gobierno venezolano durante la represión de las protestas se uso un componente químico como lo es el gas DM, de color verde que pudimos ver en videos y denunciados por varias redes y el portal iReport de CNN.
Reacciones de hipersensibilidad y dificultad respiratoria son las principales consecuencias del uso de bombas lacrimógenas vencidas. Las vías respiratorias se inflaman y hay que realizar un tratamiento para expandir los pulmones, de manera que el aire pueda entrar nuevamente. Los gases CS (clorobencilidenemal ononitrilo) y CN (cloroacetofenona) – frecuentemente vendido como “Mace” en envase o aerosol, son los que con mayor frecuencia utilizan las policías y la GN para dispersar protestas. Estos son disparados como envases o granadas, popularmente conocidas como “bombas lacrimógenas”. El CS es más fuerte pero se dispersa y disipa con mayor rapidez. Cuando se detona al aire libre una granada de CS se genera una nube de 6 a 9 metros de diámetro, concentrándose una mayor densidad en el centro de hasta 5.000 mg/m3 que se van dispersando en la periferia. Las concentraciones son mucho más elevadas en espacios cerrados y potencialmente fatales por arriba de 50.000 mg/m3 en un 50% de los casos. Ambos gases CS y CN irritan las membranas mucosas de los ojos, nariz, boca y tracto respiratorio, y causan lagrimeo profuso, estornudos, tos, etc.
QUE NO SE OLVIDE
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció EN EL 2013 sanciones impuestas por diversas agencias del gobierno de ese país a varias entidades y personas por infracciones al Acta de No Proliferación de Armas para Irán, Corea del Norte o Siria, entre ellas a la estatal Compañia Anónima Venezolana de Industrias Militares CAVIM. Otras empresas sancionadas son de Bielorrusia,China, Sudán, Irán y Siria. Dos individuos, de nacionalidad china e iraní también figuran en la lista de amonestados. El Departamento de Estado encontró “que había información creíble que (estas entidades y personas) habían transferido a, o adquirido de, Irán, Corea del Norte o Siria, equipos y tecnología incluidas en las listas multilaterales de control de exportaciones (The Australia Group, Convención sobre Armas Químicas, Missile Technology Control Regime, el Grupo de Proveedores Nucleares,(NSG por sus siglas en inglés) Acuerdo de Wassenaar), o artículos que no figuran, pero que sin embargo, podría materialmente contribuir con armas de destrucción masiva o programas de misiles balísticos tipo crucero.” En virtud de tales sanciones CAVIM no podrá recibir de empresas u organismos de Estados Unidos ningún tipo de asistencia, suministros o contratos. Señala además “En la práctica la sanción es inaplicable, -aunque sí significativa desde la perspectiva prolítica- pues el régimen de Hugo Chávez, a través de su empresa militar CAVIM, ha orientado su actividad industrial a la fabricación de fusiles Kalashnikov con licencia rusa”. Según explicó el periodista Juan Carlos López, de CNN en Español, citando fuentes del Departamento de Estado, se trata de la extensión por dos años más a sanciones ya impuestas en 2011. Además el Gobierno de Venezuela aunque suscribió el acuerdo internacional contra Armas Químicas ha apoyado abiertamente al Régimen Sirio que ha sido acusado de tales faltas.
Vistos estos argumentos ¿Cree usted que el productor de la serie Legends tenia o no el derecho a “imaginar” eso que coloco en el capítulo?
MI JUICIO
Yo considero que cualesquier gobierno señalado de esa manera, aunque solo sea parte de la imaginación libre de un productor tiene derecho a quejarse y a exigir reparaciones a su “buen nombre”. Me parece lógico lo que dijo la Ministro de Comunicación. Lo insólito es que este Gobierno ha insultado, acusado, difamado a muchos gobiernos y personas sin presentar una sola prueba. Incluso ha trasmitido series y programas en el canal de Estado y en los más de 200 canales entre nacionales y regionales que presentan versiones acusatorias contra otras naciones y no “tolera” que se mencione al Presidente Maduro de esta manera. El gobierno como gobierno, entendemos y comprendemos que se molesten y que hasta tomen medidas. El problema es que no hay moral para reclamar. No de un Gobierno cuyos funcionarios y representantes políticos han barrido el piso con otros, han violado flagrante la constitución mostrando vídeos y audios privados sin autorización judicial y las víctimas, no han podido impedir hechos que lejos de combatirlos, los promueven. El gobierno tiene lo que en derecho se llama el “fumus bonis iure”, la apariencia del buen derecho pero hasta ahí. Este gobierno repito tiene razón pero no tiene la fuerza moral para reclamar. Como dijo el propio Nicolás Maduro siendo vicepresidente en funciones de Presidente “Es mejor que se queden callados un ratito. Calladitos se ven más bonitos…” Y esto lo digo Caiga quien Caiga y hagan ustedes el Juicio, ya yo hice el mío.
Ángel Monagas
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